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El hallazgo de otra mujer muerta alimenta la teoría de un asesino en serie suelto en Nueva Inglaterra

Su cuerpo fue encontrado en un sendero para bicicletas cercano al río Connecticut.

Su cuerpo fue encontrado en un sendero para bicicletas cercano al río Connecticut.
Sendero para bicicletas de Springfield en el que fue hallado el último cadáver. | Google Maps

La unidad de homicidios del Departamento de Policía de Springfield investiga la muerte de una mujer localizada —el pasado martes, alrededor de las 8 de la mañana— cuando se encontraba inconsciente, pero aún con un hilo de vida, cerca de un sendero para bicicletas próximo al río Connecticut a su paso por esta ciudad de la región de Nueva Inglaterra (Estados Unidos).

Cuando los agentes llegaron a lugar del hallazgo por parte del transeúnte que realizó el aviso, la mujer había fallecido. Por tanto, los investigadores no cuentan con su testimonio para aclarar qué fue lo ocurrió. Algo que no ha hecho más que alimentar la teoría que circula por las redes sociales desde hace días: un asesino en serie anda suelto en la zona.

Se empezó a hablar de esta posibilidad a raíz de la sucesión de hallazgos de restos humanos de al menos seis personas —algunas fuentes hablan de siete— registrados en pueblos costeros, relativamente próximos entre sí, de tres estados (Connecticut, Massachusetts y Rhode Island) de la mencionada región en poco más de un mes (entre marzo y abril)

¿Hay un patrón?

Al menos cuatro de las personas a las que pertenecían los restos hallados en el intervalo de algo más de un mes eran mujeres que se encontraban desaparecidas cuando sus cadáveres (o lo que quedaba de ellos) fueron localizados.

Llama la atención que a dos de ellas —que ya han podido ser identificadas— se les perdió el rastro con días de diferencia en el verano de 2024, una en agosto y otra en septiembre. Además, tenían un rasgo de edad similar: 56 y 59 años.

Sus restos fueron encontrados a 140 kilómetros de distancia. De hecho, todos los cuerpos (los de las 6 (o 7) víctimas fueron hallados en pueblos costeros de tres estados, limítrofes y pertenecientes a la misma región (Nueva Inglaterra).

Las seis (o siete) víctimas anteriores

El 6 de marzo se localizó en el río Norwalk —en Norwalk, Connecticut— el cuerpo de Paige Aliehs Fannon. Una mujer neoyorquina, de 35 años, que residía en Long Island (a más de hora y media en coche del lugar donde hallaron su cadáver) y llevaba varios días sin dar señales de vida.

Ese mismo día, con apenas unas horas de diferencia, un cazador halló unos restos humanos —de los que todavía no se conoce ningún dato más— que inicialmente pensó que pertenecían a un animal en una zona boscosa de Plymouth (Massachusetts). Es decir, a menos de 300 kilómetros de Norwalk.

El 19 de marzo se localizaron los restos de una mujer de mediana edad —de entre 40 y 60 años— aún sin identificar, en el interior en una maleta hallada en un cementerio en Groton (a unos 130 kilómetros de Norwalk y a 170 de Plymouth). Aunque la policía no ha informado de conexión alguna entre las muertes, la sucesión de acontecimientos ha generado alarma entre la población.

El 20 de marzo fue el turno de Denise Leary, de 59 años. Su cadáver fue encontrado —ya en avanzado estado de descomposición— en una zona boscosa cercana a una vivienda y próxima a Rock Creek Road, en New Haven (a 250 km de Plymouth y a sólo 80 de Groton). La mujer llevaba desaparecida desde septiembre.

El 26 de marzo se encuentra el cuerpo de Michele Romano, de 56 años, en una zona de características similares en Foster (unos 140 km del punto anterior, en New Haven). La muerte de la mujer, que llevaba ocho meses desaparecida (se denunció el 18 de agosto), fue tachada de "sospechosa" por los investigadores.

El 9 de abril se hallan en Killingly (Connecticut) unos restos humanos, que no han sido identificados. Tampoco se ha determinado la causa de la muerte hasta el momento. FOX 25 Boston informó de una séptima víctima que se habría encontrado al día siguiente en Framingham, cerca de la autopista de peaje de Massachusetts.

La mujer de la maleta

El Departamento de Policía de la Ciudad de Groton ha facilitado una actualización del caso de la mujer cuyos restos fueron encontrados el 19 de marzo junto a la entrada del cementerio Coronel Ledyard, cerca de la parada de autobús SEAT. Aunque aún no han logrado identificar a la víctima, la investigación ha revelado que fueron abandonados en el lugar por un delincuente desconocido, a mediados del mes de febrero.

Por otra parte, han informado de que la mujer, de entre 40 y 60 años, tenía la piel clara y podía presentar síndrome de Turner (dadas su características físicas). Un trastorno genético que afecta al desarrollo de las niñas, causando —entre otras cosas— que tengan una baja estatura, el pecho ancho, el cuello corto y ancho, y la barbilla pequeña.

La investigación sigue activa —especifica la nota— tanto para la Policía de la Ciudad de Groton como para "nuestros compañeros de la Fiscalía Estatal de New London, la División de Delitos Graves de la Policía Estatal, la Oficina del Médico Forense Jefe, el Laboratorio de Ciencias Forenses, la Oficina de Campo del FBI en New Haven y otros".

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