
La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a cinco años y nueve meses de prisión a un hombre por distribuir material pedófilo generado con inteligencia artificial a partir de fotografías de personas de su entorno, entre ellas menores, familiares y vecinas.
La sentencia se dictó tras la confesión del acusado, que reconoció haber compartido imágenes y vídeos de extrema dureza en redes como Telegram y WhatsApp, en los que aparecían menores —incluidos bebés— sometidos a violencia sexual.
Cinco años de condena corresponden al delito de distribución de pornografía infantil, y los nueve meses restantes a tres delitos contra la integridad moral, por utilizar imágenes de su sobrina, su excuñada y varias niñas vecinas.
La indemnización
El acusado, representado por el letrado Manuel Rincón, ha entregado 30.000 euros en concepto de indemnización a las víctimas, lo que ha llevado al tribunal, presidido por el magistrado Jesús Martínez Abad, a aplicarle una atenuante muy cualificada de reparación del daño al determinar la pena impuesta.
En su móvil se encontraron 30 archivos de pornografía infantil creados mediante IA, y pertenecía a 944 grupos de Telegram centrados en contenido sexual, varios dedicados a la pornografía infantil.
También reconoció haber intercambiado más de 300 archivos pedófilos con otros usuarios, así como haber manipulado imágenes reales de conocidos para "que esas personas cercanas al acusado apareciesen junto a cuerpos ajenos desnudos y participando de explícitos actos de naturaleza sexual". Tanto el cómo sus contactos comentaban abiertamente la edad de las menores utilizadas en los contenidos.
Las acusaciones han recalcado que el acusado actuó con pleno conocimiento de que estas prácticas constituían "una vulneración de la dignidad humana de las personas cuyas imágenes eran utilizadas sin su consentimiento para fines degradantes, humillantes y ofensivos".


