La justicia argentina ha decidido que Konstantin Rudnev, de 57 años, continúe en prisión preventiva —en una cárcel de máxima seguridad— hasta que termine la "compleja investigación" del caso, en palabras del fiscal federal Fernando Arrigo. Se le acusa de ser el líder de una organización criminal transnacional de carácter coercitivo con fines de trata sexual y reducción a la servidumbre.
Cabe recordar que el ciudadano ruso fue detenido el 28 de marzo en el aeropuerto de Bariloche cuando pretendía volar a Brasil junto a un grupo de mujeres de su país. La policía le seguía la pista desde hacía unos días, a raíz de un extraño episodio registrado en el Hospital Ramón Carrillo. Una joven de 22 años acudió para dar a luz a su bebé con dos mujeres que hacían de traductoras.
Cuando el niño nació, la madre parecía asustada y sus acompañantes exigieron que el pequeño llevara el apellido de Rudnev. Los médicos les explicaron que no era posible porque el mencionado varón no estaba presente y le pusieron los dos apellidos de la madre. Pero, en un despiste, las mujeres tacharon lo que el personal del hospital había anotado en el acta y escribieron Rudnev.
Ante la sospecha de que fuera un caso de trata de personas, avisaron a las autoridades. Según ha explicado en Ministerio Público, el departamento de Inmigración de Argentina habría detectado el ingreso de la embazada el pasado 9 de enero. Rudnev se habría hecho cargo de los gastos del viaje, con el objetivo de inscribir a ese niño —que iba a nacer en el país hispanoamericano— para así obtener la ciudadanía argentina.
¿Quién es Rudnev?
Cuando detienen al varón ruso descubren que se trata de un exsoldado del ejército, que había pasado por en varias ocasiones por el psiquiátrico y se había convertido en el gurú de una secta llamada Ashram Shambala, que tuvo bastante popularidad en la década de los noventa y que fue prohibida en su país de origen en el año 2014, después de que él fuese condenado a 11 años de cárcel por liderar una organización religiosa que violaba los derechos humanos, así como abuso sexual y venta de drogas.
En 2021 sale de prisión y se traslada con sus fieles a Montenegro. Pero la experiencia dura poco. Tres años más tarde, le acusan de explotación sexual en relación con la filmación de escenas pornográficas en un hotel. Es entonces cuando huyen del país de Europa del Este y se instalan en la Patagonia. Según ha explicado la fiscalía argentina, la secta operaba bajo la apariencia de un grupo que ofrecía guía espiritual y prácticas de yoga.
Red de explotación sexual
Las investigaciones apuntan a que Rudnev, que se hacía llamar "Gran Chamán Shri Dzhnan Avatar Muni" o "extraterrestre de Sirio" —estrella de la que decía proceder— reclutaba a mujeres en situación de vulnerabilidad bajo falsas promesas espirituales y afectivas, con el objetivo de explotarlas sexualmente.
En cuanto a las otras personas imputadas —un hombre y 19 mujeres, todos de nacionalidad rusa— en estos momentos se encuentran en libertad con medidas, como la prohibición de salir del país o la obligatoriedad de presentarse cada siete días en dependencias policiales. Los agentes encargados del caso intentan determinar ahora el papel que cada uno de ellos tiene en la red. Lo más importante es conocer quiénes son víctimas y quiénes victimarios.
Se cree que el otro varón y al menos una de las mujeres que fueron arrestadas junto al gurú formarían parte de la estructura de la organización criminal, que habría sometido a las adeptas a castigos físicos, además de controlarles la comida y manipularlas psicológicamente. Muchas de ellas presentaban evidentes síntomas de desnutrición y falta de cabello.