
La italiana Angela Celentano desapareció el 10 de agosto de 1996 durante un viaje que su familia realizaba anualmente con la comunidad evangelista al Monte Faito, en la región de Nápoles (Italia). La pequeña apenas tenía 3 años cuando se le perdió la pista, como la niña británica que raptaron mientras dormía en el Algarve (Portugal). De ahí que en los últimos años se haya hablado de su caso como el la ‘Madeleine McCann italiana’.
Aunque han pasado casi tres décadas, la familia Celentano mantiene la esperanza de encontrar con vida a Angela. En 2022, tenían "razones para pensar" que estaba en España. Pero las últimas pistas han llevado la investigación hasta Turquía, donde se cree que podría estar la mujer —que hoy tendría 32 años—. Según ha publicado el diario Mirror, la policía italiana está examinando las pruebas con sus colegas turcos para explorar esta línea de investigación.
Una periodista italiana llamada Vincenza Trentinella dijo a las autoridades que Angela vive con un hombre al que ella considera su padre en la isla de Büyükada, cerca de Estambul. Algo que un sacerdote moribundo le habría confesado antes de morir. Ella incluso asegura que viajó a Turquía y se encontró con Angela y su secuestrador. "Cuando la conocí, vi un gran parecido con su madre y su hermana", señaló en declaraciones al diario Corriere del Mezzogiorno.
La jueza Federica Colucci ha ordenado nuevas pesquisas para llegar hasta el fondo en la investigación de la pista turca. Las fotos facilitadas por Trentinella muestran un gran parecido entre la mujer que señala como Angela y la niña desaparecida. Uno de los indicios que le han llevado a ordenar que se le practiquen las pruebas de ADN, como solicitaban los abogados de la familia Celentano, Luigi Ferrandino y Enrica Visconti.
La desaparición de Angela
La pequeña Angela desapareció el 10 de agosto de 1996 mientras jugaba con otros niños y sus dos hermanas en el Monte Faito, donde habían viajado alrededor de cuarenta personas de la comunidad evangelista para celebrar su encuentro anual. Estaba feliz, asegura su familia. Era una mañana soleada y los pequeños correteaban alegremente mientras los mayores preparaban la comida, según describieron la escena sus padres.
Angela, "hermosa como una muñeca de porcelana", desapareció de repente. Es como si se hubiese desvanecido o se la hubiera tragado la tierra. Apenas unos minutos antes, estaba en una hamaca sonriendo mientras daba un bocado a un emparedado. Un momento que quedó registrado en un video casero. Tras peinar el monte, llegaron a la conclusión de que alguien se la había llevado.
Durante meses, los investigadores recorrieron cada centímetro de aquellas tierras. Buscaron a Angela "en cada casa, en cada cueva". Pero no había ni rastro de la pequeña. Tan sólo el testimonio de Renato, la última persona que la vio. Un niño de 11 años que aseguró que la pequeña le siguió hasta el aparcamiento cuando él se dirigió hasta allí para guardar una pelota en el coche de su padre.


