
El pasado viernes 15 de agosto, el Hospital Popular del Distrito de Dongchuan, en Yunnan (China), fue testigo de un episodio insólito. Una niña de tres años cruzó a pie los pasillos del centro médico acompañada de su madre y con un cuchillo de fruta incrustado en el cráneo, justo por encima de la oreja derecha. Según se observa en el vídeo, la menor avanzaba en completa calma, sin llorar ni mostrar señales de dolor, mientras seguía al personal sanitario hacia el área de emergencias.
La imagen de la pequeña, aparentemente tranquila y con el utensilio sobresaliendo de su cabeza, ha generado conmoción en redes sociales y medios de comunicación, especialmente tras hacerse viral en la plataforma china Weibo.
Nunca había visto algo así en Urgencias de Pediatría…
La imagen se está haciendo viral en Weibo, y por lo que sabemos le extrajeron el cuchillo en quirófano y se recupera sin problema en planta.
Una tarde de juegos entre hermanas…. Nunca se sabe cómo puede terminar!! pic.twitter.com/bD02CiXfQK
— Enfermera Saturada 🫀 (@EnfrmraSaturada) August 18, 2025
Se llevó a cabo una craneotomía de urgencia —una operación que implica la apertura del cráneo— para retirar cuidadosamente el cuchillo sin causar daños cerebrales.
Durante la intervención, los especialistas observaron que la hoja del cuchillo había penetrado varios centímetros en el cráneo. Afortunadamente, no llegó a dañar ninguna zona crítica del cerebro. Uno de los factores que facilitó su supervivencia fue la maleabilidad del cráneo a esa edad. Según explicó un médico: "Si la madre hubiera sacado el cuchillo por su cuenta, el riesgo habría sido enorme. Lo correcto fue acudir de inmediato a profesionales".
Una práctica cultural de fondo
El origen del incidente se remonta a una práctica habitual dentro del hogar de la menor. De acuerdo con declaraciones recogidas por TV Azteca y medios locales, la madre explicó al personal del hospital que solía guardar un cuchillo debajo de la almohada como forma de protección contra los malos espíritus.
La noche del accidente, la niña se encontraba inquieta en la cama. En un intento de reprenderla, la madre tomó el cuchillo con la intención de asustarla, pero el arma se le escapó de las manos e impactó directamente en la cabeza de la pequeña, incrustándose accidentalmente. Al ver que no podía retirar el cuchillo sin poner en peligro la vida de su hija, la mujer decidió llevarla urgentemente al hospital.
Gracias a la rápida actuación médica y a que el cuchillo no comprometió estructuras vitales, el pronóstico de la niña es favorable. Los médicos continúan supervisando su evolución con el objetivo de detectar cualquier posible complicación neurológica o infección postoperatoria. Por ahora, se encuentra en estado estable.

