
Una mujer de 80 años ha fallecido en Lizard Island, una remota isla situada en la Gran Barrera de Coral, al norte de Australia, después de que el crucero en el que viajaba la dejase atrás durante una excursión. La víctima formaba parte del pasaje del Coral Adventurer, un barco turístico que realizaba un viaje de 60 días por la costa de Queensland.
El suceso tuvo lugar el pasado sábado, cuando el crucero, con 120 pasajeros y 46 tripulantes, atracó en la isla para realizar una caminata hacia Cook’s Look, el punto más alto del territorio. Durante la actividad, la pasajera, que viajaba sola, se separó del grupo en circunstancias que están siendo investigadas por las autoridades australianas.
Al parecer, la mujer se habría detenido durante la excursión. Mientras el resto del grupo regresaba al barco, ella no volvió a bordo. La embarcación zarpó de la isla entre las 18:00 y las 19:00 horas sin que nadie advirtiera su ausencia.
El aviso llegó horas después
No fue hasta aproximadamente las 21:00 horas cuando la tripulación detectó que faltaba una pasajera. En ese momento se activó el protocolo de emergencia y el crucero dio la vuelta para regresar a Lizard Island, al tiempo que se notificaba lo ocurrido a las autoridades competentes.
La Autoridad Australiana de Seguridad Marítima (AMSA) puso en marcha un operativo de búsqueda que incluyó la participación de un helicóptero de la empresa Nautilus Aviation, así como pescadores que se encontraban en la zona.
Los testigos describieron cómo varias personas, con linternas en mano, peinaban los senderos de la isla en plena noche. Las tareas de búsqueda se prolongaron hasta las tres de la madrugada, momento en que tuvieron que interrumpirse por falta de visibilidad y combustible, para reanudarse al día siguiente.
Localizada al día siguiente
El domingo, tras la reanudación del operativo, el cuerpo sin vida de la mujer fue finalmente localizado en el interior de la isla. De momento, no se ha determinado la causa exacta de la muerte.
La AMSA ha abierto una investigación para esclarecer los hechos y determinar si existieron fallos en los protocolos de control de pasajeros o en la gestión de las excursiones.
La empresa responsable del crucero, Coral Expeditions, ha emitido un comunicado en el que ha expresado sus condolencias a la familia de la pasajera y su plena colaboración con las autoridades.
"Nuestro equipo está en contacto con sus familiares y continuaremos acompañándolos en este difícil proceso", ha declarado Mark Fifield, director ejecutivo de la compañía.
Las autoridades continúan recopilando testimonios de la tripulación y de otros pasajeros para reconstruir con precisión los últimos momentos de la mujer antes de que el buque abandonara la isla.

