La suma de las iniciativas de Ximo Puig en favor del apoyo al pancatalanismo en la Comunidad Valenciana ronda ya los nueve millones de euros.
Todo un delirio contra la Comunidad Valenciana que le sirve al PSOE, eso sí, para contar con el apoyo de todos los simpatizantes del separatismo —Podemos, Compromís y la propia ramificación de ERC en esta región—.
Oficina de Derechos Lingüísticos
Los ejemplos saltan por todas partes. Ejemplos muy concretos con cifras igual de elevadas. De este modo, la Ley de Acompañamiento de la Generalidad Valenciana para 2023 ha habilitado una Oficina de Derechos Lingüísticos. Esta oficina supone, de facto, la creación de una policía lingüística para poder controlar quién habla en español en esta comunidad y quién usa el valenciano o el catalán.
Esta entidad quedó en su momento inicial prácticamente suprimida después de que el Tribunal Superior de Justicia la vaciara de contenido y anulara en 2020 hasta 11 artículos en los que claramente se sobrepasaba el carácter asesor que supuestamente tenía el organismo. Ahora el tripartito vuelve a la carga por la puerta de atrás.
Reciprocidad de emisiones de radiotelevisión
Igualmente, el Congreso de los Diputados aprobó en marzo de 2021 la reciprocidad de emisiones entre las radiotelevisiones de la Comunidad Valenciana, Cataluña e Islas Baleares –À Punt, TV3 e IB3—. Esta propuesta fue llevada al parlamento por Unidas Podemos, Compromís, ERC, Junts, PDeCAT, la CUP, PNV, BNG, Bildu y Más País. Y ha contado con los votos a favor del PSOE, mientras que PP, Ciudadanos y Vox votaron en contra.
Otras de las decisiones fue la imposición del requisito lingüístico para los funcionarios aprovechando la Ley de Función Pública de marzo de 2021.
Está pendiente aún su desarrollo reglamentario, que regirá la forma de acreditar ese conocimiento. Pero la ley está sentada.
Derogación de la ley de señas de identidad
Igualmente se derogó la ley de señas de identidad por lectura única, que, entre otras cuestiones, exigía, para poder recibir subvenciones, respetar el Estatuto de Autonomía que proclama que en la Comunidad Valenciana se habla el español y el valenciano, no el catalán. Su derogación permite tramitar subvenciones al catalán.
Plurilingüismo en educación
Ha surgido, por otra parte, la ley del plurilingüismo en educación, que ha reducido aún más la presencia del castellano en las aulas e impone la enseñanza en valenciano también en zonas castellano-hablantes. Y ello, pese a que en febrero 2022, el Tribunal Superior dictó cinco sentencias en las que fijó como criterio que el peso del valenciano y el castellano en la educación plurilingüe sostenida con fondos públicos había de observar una "proporción razonable".
Subvenciones a medios digitales
A todo ello hay que sumar la lluvia de subvenciones a medios de comunicación digitales para el fomento del valenciano con el dominio ".cat" o las ayudas directas y subvenciones a asociaciones y entidades catalanistas: el Consell de Ximo Puig ha subvencionado con más de ocho millones de euros a entidades catalanistas desde 2016, como la Plataforma per la Llengua —que mantiene una vigilancia del uso del español por los profesores—, ACPV, Asociación Collectiu Ovidi Monllor o la Societat Coral el Micalet, entidades catalanistas implicadas en la divulgación del independentismo.
Otras ayudas
Y ello sin contar con las ayudas municipales repartidas en la Comunidad Valenciana por parte de los partidos de izquierda en favor del pancatalanismo. O el apoyo de Canal Bon Dia: la televisión autonómica À Punt se ha incorporado a la plataforma digital impulsada en 2018 por TV3 e IB3 para dar cabida a productos audiovisuales en catalán. O la eliminación del bilingüismo en los topónimos. O la celebración de la Cumbre valenciano-catalana entre Ximo Puig y Carles Puigdemont en septiembre 2016 en el Palau de la Generalidad para estrechar lazos. O la Declaración de Palma en 2017 para fortalecer los lazos históricos y culturales de las tres regiones (Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana) en materia de lengua y cultura catalana. O el acuerdo entre el Consell y el Institut Ramón Llull para la promoción de la lengua en universidades. O el apoyo expreso de miembros del Gobierno regional al proceso independentista catalán y a los indultos: Vicent Marzá, exconsejero de Educación: "Los países catalanes son una realidad más allá de lo que diga el Estado". O la propia actitud de Ximo Puig, un firme defensor de la unidad lingüística del catalán y de los "vínculos culturales" entre ambas regiones —en su etapa como alcalde de Morella ya integró a su población en una red de municipios para la "promoción de la lengua y cultura catalana"—.