En una entrevista en Es la Mañana de Federico de esRadio, el presidente de la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, José Trigueros, ha señalado las graves deficiencias en la gestión hídrica en España, denunciando que las decisiones sobre el agua sean tomadas por "ministros" y "secretarios de Estado" y no por expertos en la materia.
Abordando los estragos de la DANA en Valencia, el ingeniero ha criticado la falta de explicaciones por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar, achacando lo ocurrido no a la falta de proyectos con declaración de impacto ambiental y financiación ya aprobada, sino a que las decisiones sobre el agua ya no están en manos de "profesionales que conocen la materia que dirigen".
Según Trigueros, desde la creación del Ministerio de Transición Ecológica, no ha habido un secretario general que sea ingeniero de caminos, lo que refleja el verdadero problema. "Las decisiones se toman por ministros, secretarios de Estado y directores generales. En las confederaciones hidrográficas, solo hay cuatro ingenieros de caminos entre los presidentes. Los que conocen el agua, aunque levanten la voz, no llegan al decisor, y ese es el mayor problema", ha aseverado, insistiendo en que es precisamente ahí donde los medios de comunicación deberían poner el foco: en que "cada uno haga lo que sabe hacer".
"Indignado" con la posible demolición de la presa de La Retorna, diseñada por el ingeniero Fernández Casado —a quien calificó como "el Gaudí de la arquitectura"—, ha explicado que esta "joya casi artesanal" es un ejemplo de la excelencia técnica y debería ser motivo de orgullo, en ningún caso objeto de derribo. "Quieren tirarla: es una aberración. En cualquier país de Europa sería casi una visita obligada para los estudiantes de ingeniería. Estas cosas me indignan mucho", ha denunciado.
Desde el punto de vista técnico, Trigueros ha defendido la utilidad de las repoblaciones hidrológicas forestales en las cabeceras de barrancos y arroyos "siempre que estén bien ejecutadas" porque su objetivo es "fijar el territorio". "Se han utilizado siempre, pero claro, si se arrastra el árbol y todo lo demás, no sirve", ha explicado, incidiendo en la importancia de ir más allá de hacer simples bosques de ribera "bonitos" y "agradables".
"Ha llovido igual en épocas anteriores, pero no tan concentrado en un sitio concreto. El embalse de Forata se llenó en cinco horas y el peligro era que se rompiera la presa. Aunque esto no era posible por sus características, este tipo de situaciones nos lleva a otro problema: la seguridad de nuestras presas", ha añadido.
En este sentido, Trigueros ha recordado que gran parte de las presas en España tienen más de 50 o incluso 100 años de antigüedad, lo que requiere de atención urgente. Según los datos que ha compartido en esRadio, de las 1.300 grandes presas en el país —aquellas con más de 15 metros de altura—, el Estado gestiona 365. De estas, un 75% necesita estudios complementarios de seguridad; un 65% requiere una auscultación adicional; un 30% precisa refuerzos estructurales; un 25% necesita reformas para adaptarse a las nuevas avenidas; y un 50% debe rehabilitar los desagües de fondo. Ante esta situación, desde la Asociación de Ingenieros de Caminos se ha solicitado la creación de un consejo de seguridad de presas.
Durante toda la entrevista, el Presidente de la Asociación ha insistido en que el problema de fondo en la gestión hídrica es la falta de voluntad política para ejecutar las obras previstas, porque las obras de infraestructuras hidráulicas han sido "demonizadas" durante las últimas dos décadas, lo que ha provocado que las inversiones en este ámbito no sean prioritarias. "En el Júcar no ha sido prioritario ejecutar las obras que ya estaban previstas. Aquí vamos a golpe de desgracias. Cuando ya tenemos un desastre descomunal, actuamos", ha lamentado, criticando que la prioridad del Ministerio de Transición Ecológica sea "el ecologismo".