Las críticas llueven desde Europa y también desde EEUU. La estrategia de Zapatero en su pistoletazo de salida como presidente de turno de la Unión Europea dista mucho de convertirse en el acontecimiento planetario que había pronosticado Leire Pajín en junio. Al menos, en el sentido que Pajín predecía.
En cambio, sus decisiones, titubeos e intenciones están dando mucho de qué hablar, aunque no haya sido para bien. De momento, además del crítico y burlón recibimiento que ha recibido de la prensa europea, también se ha granjeado importantes críticas de países tan importantes en Europa como Alemania.
Numerosos editoriales han insistido en que la intención de Zapatero de sacar, como presidente de turno de la UE, a Europa de la crisis es cuestionable en tanto en cuanto, España lidera, bajo su mandato, el paro en la Eurozona con una tasa que dobla la media europea rozando ya el 20%, acumula un déficit cercano al 12% y sigue hundida en la recesión.
Ya se lo recordó una periodista española, en lo que el presidente consideró consideró una "insólita pregunta" por venir de una periodista "de nuestro país": "¿España es uno de los pocos países que sigue en recesión, el paro dobla al de la Eurozona, me gustaría saber si usted se siente con autoridad para hacer frente a ese reto?".
Y todo esto en menos de una semana. Lo último fue el asunto de las sanciones. Durante la rueda de prensa que ofreció a los corresponsales de prensa extranjera destinados en Bruselas, Zapatero habló de sanciones, "medidas correctoras" mientras Salgado explicaba la misma idea a Jean Claud Juncker en Luxemburgo.
España quería objetivos vinculantes para la UE que se conseguirían mediante "incentivos" y "medidas correctoras". Al día siguiente, cuando Alemania criticó estas intenciones y después de algunos editoriales y columnas en los más importantes periódicos y revistas especializadas de Europa, el Gobierno dio marcha atrás y tanto el Ejecutivo como el PSOE negaron que Zapatero propusiera sanciones, llegando incluso a cuestionar la profesionalidad de la prensa extranjera.
Con este panorama, Zapatero viajará este jueves a Viena y Bratislava para presentar personalmente a sus colegas austriaco y eslovaco las prioridades de la presidencia española de la UE e intercambiar con ellos las primeras impresiones sobre la estrategia económica europea para los próximos 10 años que abordarán los líderes en una cumbre extraordinaria el próximo 11 de febrero que convocó, no sin cierta sorpresa, el presidente permanente Van Rompuy.
Zapatero también departirá con ellos sobre la voluntad española de ofrecer el máximo apoyo a las nuevas figuras que ha traído el Tratado de Lisboa (presidente permanente del Consejo Europeo y Alta Representante para la Política Exterior), así como sobre otros temas relacionados con la ampliación de la UE, el desarrollo del espacio europeo de libertad, seguridad y justicia y la seguridad energética, precisaron las fuentes.
Además de intercambiar puntos de vista sobre la reciente cumbre del clima de Copenhague, tratará con ellos otros temas de interés bilateral.
Primero en Viena y luego en Bratislava
Zapatero visitará primero Viena, donde se entrevistará con el canciller austriaco, el Werner Faymann, con quien después ofrecerá una rueda de prensa y posteriormente compartirá almuerzo. A continuación se verá con el presidente federal austriaco, Heinz Fischer, en la que será la primera visita oficial del español a este país europeo, del que España es su décimo inversor, con una cifra de 696 millones de euros de inversión directa en 2008.
Zapatero se desplazará a continuación a Bratislava, donde se reunirá con su colega eslovaco, Robert Fico, con quien también ofrecerá una rueda de prensa conjunta.
Este viaje de Zapatero a Austria y Eslovaquia se enmarca en la gira de contactos que emprendió antes de asumir la presidencia de turno de la UE con todos sus colegas europeos para presentarles y preparar con ellos las prioridades que España impulsará en este semestre.