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Ídolos del Barcelona que salieron del club por la puerta de atrás

Las últimas declaraciones de Leo Messi, dejando la puerta abierta a una posible salida del Barcelona a final de temporada, recuerdan los casos de otros grandes futbolistas que en su día vistieron la camiseta azulgrana y acabaron abandonando el club por la puerta de atrás.

Eric Abidal (2013)
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Eric Abidal (2013)

Una de las salidas más dolorosas y que menos ha entendido la afición barcelonista ha sido la de Eric Abidal. El francés, que llegó al club en 2007, siempre ha rendido a muy buen nivel hasta que un tumor en el hígado le apartó de los terrenos de juego cuando estaba en el mejor momento de su carrera. Tras superar por primera vez el cáncer, Abidal volvió a entrenar a las órdenes de Guardiola y volvió a ganarse el puesto, pero recayó de su enfermedad. De nuevo se recuperó, pero ya no tuvo muchos minutos y finalmente el club decidió no renovar su contrato, marchándose finalmente al Mónaco. El Barça, entonces presidido por Sandro Rosell, no supo estar a la altura de las circunstancias con el galo, que acabó saliendo por la puerta de atrás.

David Villa (2013)
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David Villa (2013)

Después de tres temporadas en el Barcelona, David Villa fue traspasado al Atlético de Madrid en verano de 2013 por 5,1 millones de euros. Una cantidad irrisoria en comparación con los 50 millones que los azulgranas pagaron al Valencia en 2010. Tras ganar la Champions con el Barça en 2011, el Guaje sufrió la peor lesión de su carrera en el Mundialito de Clubes siete meses después, y desde entonces ya no volvió a ser el mismo. Además, el de Tuilla ha sido una de las tantas víctimas de Messi, después de los momentos de tensión que vivió con el argentino en los terrenos de juego.

Samuel Eto'o (2009)
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Samuel Eto'o (2009)

Otra de las tantas víctimas de Leo Messi, como Ibrahimovic, Villa, Alexis... Y también de Pep Guardiola, con quien no tenía "feeling". El camerunés estuvo a punto de abandonar el Barça en 2008, pero aún aguantó un año más, marcando 36 dianas en una campaña, y acabó marchándose por la puerta de atrás del club azulgrana tras cinco años. Además de sus goles, en la retina del aficionado culé quedará el recadito que el camerunés le dedicó al Madrid en la celebración del título de Liga en 2005 tras seis años de sequía: "Madrid, cabrón, saluda al campeón".

Ronaldinho (2008)
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Ronaldinho (2008)

Después de consagrarse como una estrella mundial en el Barça, adonde llegó en 2003 procedente del PSG, Ronaldinho pegó un bajón alarmante en la temporada 2007/08. Entonces, el fútbol había pasado a un segundo plano en la vida del brasileño, más preocupado por las juergas nocturnas y la samba. El aficionado culé siempre le recordará por sus genialidades, sus regates de fantasía y por la exhibición que se marcó hace ya nueve años en el Bernabéu, con muchos seguidores madridistas ovacionándole en pie.

Rivaldo (2002)
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Rivaldo (2002)

Llegó al Barça en el último minuto del plazo de fichaje de la temporada 1997/98, después de que el club pagara al Deportivo los 4.000 millones de pesetas de su cláusula de rescisión. Vitor Borba Ferreira, que será recordado en gran medida por la chilena que le marcó al Valencia al final de la Liga 1999/2000, estuvo cinco años en Can Barça y acabó saliendo por la puerta de atrás en 2002, después de que Louis van Gaal, que iniciaba su segunda etapa en el Camp Nou, decidiera prescindir de los servicios del brasileño, así como de los de Sergi y Abelardo.

Pep Guardiola (2001)
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Pep Guardiola (2001)

Josep Guardiola es elogiado hoy en día como entrenador, pero en su etapa de futbolista ofreció también mucho al mundo del fútbol. Cruyff le hizo debutar en Primera División en diciembre de 1990, con sólo 19 años, y el joven Pep no tardó en convertirse en el director de orquesta del equipo culé. En los 90 ganó varios títulos, entre ellos la Copa de Europa, pero las lesiones y las nuevas generaciones le fueron apartando en los últimos años. Finalmente, el Barcelona decidió no renovar su contrato en 2001, a pesar de la voluntad del jugador de seguir en el club de su vida, y tras diecisiete temporadas como azulgrana -once de ellas en el primer equipo- hizo las maletas para marcharse al Calcio, donde tuvo aquel episodio de la nandrolona.

Luis Figo (2000)
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Luis Figo (2000)

Posiblemente la salida más tormentosa en la historia del Barcelona, sobre todo por aquello de irse al gran enemigo. Luis Figo cambió la camiseta azulgrana por la blanca en el año 2000, tras haberse convertido en la gran baza electoral de un Florentino Pérez que pagó 60 millones de euros por él. En su segunda vuelta como madridista al Camp Nou, en noviembre de 2002, al portugués le tiraron de todo, hasta una cabeza de cochinillo.

Ronaldo Nazario (1997)
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Ronaldo Nazario (1997)

Sólo estuvo una temporada en el Barça, pero vaya si dejó huella. Una campaña sencillamente brutal, en la que ganó la Copa del Rey y la Recopa de Europa, con 47 goles en 49 partidos repartidos de la siguiente forma: 34 en Liga, seis en Copa, cinco en la Recopa y dos en la Supercopa de España. Para el recuerdo, el golazo impresionante que le hizo al Compostela. Tras unas duras negociaciones con José Luis Núñez para la renovación del contrato que no llegaron a buen puerto, Ronaldo decidió aceptar la oferta del Inter, que pagó los 4.000 millones de pesetas de su cláusula de rescisión.

Romario (1995)
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Romario (1995)

O Baixinho. El jugador de "dibujos animados", como lo definía Jorge Valdano, pero también siempre acompañado por la polémica. Llegó al Barça en 1993 y firmó un contrato por dos temporadas, pero sólo estuvo dos. El brasileño, que junto a Stoichkov, Laudrup y Koeman, entre otros muchos, formó el Dream Team, firmó una primera campaña de ensueño, con 30 goles en Liga -entre ellos el de la cola de vaca, aunque se le escapó la Champions en Atenas. En la segunda bajó de forma alarmante su rendimiento y ello, unido a sus constantes viajes a Brasil, terminaron por enfadar a Johan Cruyff y a la directiva.

Hristo Stoichkov (1995 y 1998)
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Hristo Stoichkov (1995 y 1998)

Un jugador tan bueno y rápido como explosivo, con un peculiar carácter que le costó más de un disgusto. Hristo Stoichkov era un ídolo en Bulgaria con el CSKA de Sofía, y el Barça lo fichó en 1990 por 265 millones de pesetas. Estuvo una primera etapa de cinco años con el equipo azulgrana en la que ganó cuatro ligas, cuatro Supercopas de España, una Supercopa de Europa y su título más importante, una Copa de Europa. Pero junto a estos títulos también acumuló sanciones y numerosas amarillas. En su primer año en el Barcelona, pisó al árbitro Urízar Azpitarte en un clásico ante el Madrid y llamó "borracho" a otro. Se fue del Barça en 1995, fichó por el Parma y, tras un paréntesis de un año, regresó al club catalán en 1997. Pero su rendimiento bajó y Louis van Gaal lo dejó en el banquillo hasta que abanó definitivamente el club en marzo de 1998.

Michael Laudrup (1994)
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Michael Laudrup (1994)

El danés llegó al Barça en 1989 por expreso deseo de Cruyff y en el conjunto azulgrana vivió los mejores momentos de su carrera deportiva, conquistando, entre otros títulos, la Copa de Europa en Wembley en 1992. El problema llegó un año después, cuando el club fichó a un cuarto extranjero de primer nivel mundial como Romario, y a Enjoy Laudrup era cada vez más habitual verlo en el banquillo. La gota que colmó el vaso llegó con la final de Atenas ante el Milan, en lo que en principio iba a ser el duelo ante su hermano Brian, aunque ni uno ni otro fueron titulares. Michael había dicho que sólo abandonaría el Barça para volver a su país, pero acabó yéndose al Real Madrid, y la afición culé siempre se lo recordó con aquellos carteles de "Judas".

Bernd Schuster (1988)
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Bernd Schuster (1988)

Después de brillar con el Colonia en la Bundesliga y con la selección alemana en la Eurocopa de Italia'80, el Barça se hizo con los servicios del joven mediocentro alemán ese mismo verano. Schuster pasó después un año en blanco por la grave lesión que le causó Goikoetxea -que también había lesionado de gravedad a Maradona- y con el paso del tiempo se fueron deteriorando sus relaciones con la directiva y especialmente con Núñez. La presión mediática y las malas relaciones con la prensa, el entrenador y los compañeros hicieron el resto. En 1988 se va al Madrid, pareciendo borrar de golpe y plumazo sus ocho temporadas como culé.

Diego Maradona (1984)
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Diego Maradona (1984)

El Pibe de Oro nunca estuvo realmente a gusto en el Barça, adonde llegó en 1982 después de que el club pagara 1.200 millones de pesetas -récord de la época- por su fichaje. Un episodio de hepatitis, la grave lesión que le provocó Goikoetxea, la batalla campal en la final de Copa del Rey ante el Athletic -que le costó una sanción de tres meses- y sus primeros escarceos con las drogas marcaron la época de Maradona como barcelonista. Las relaciones entre el argentino y José Luis Núñez se fueron deteriorando cada vez más: el 10 denunció la indefensión por parte del presidente ante el castigo que le impuso la Federación, y éste recriminó al jugador que no se cuidara. El Barça aceptó la oferta del Nápoles y Maradona se fue a Italia. Tanta gloria lleves...

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