El día 4 de abril de 2004, al día siguiente de la explosión del piso de Leganés, un empleado del Carrefour de Getafe, llamado Luis S. R., se ponía en contacto con la Policía para comunicarle que uno de los presuntos terroristas del 11-M había comprado cinco teléfonos móviles el día 1 de abril en ese centro comercial. Aportó documentación y hasta grabaciones de las cámaras de seguridad. A día de hoy, Juan del Olmo no ha visto esas cintas porque le han convencido de que el que aparece no es el sujeto indicado. Pero no es esta la única cinta que no ha sido aportada al sumario. Ante el cúmulo de revelaciones sobre los ataques de marzo el PP ha obligado a Rubalcaba a contestar una interpelación parlamentaria. Será la primera de este periodo de sesiones.

Después de que Rajoy destacase este martes que los soldados españoles enviados a Líbano van a "primera línea de fuego" y no a "la paz" como dice Zapatero, el ministro de Defensa admitió que es "indudable" que supone "una misión de riesgo". El próximo jueves el Gobierno pedirá al Congreso el despliegue de "hasta 1.100 soldados". A pesar de que el PP ha exigido que sea Zapatero quien explique los detalles de la misión, será Alonso el que comparezca en el Parlamento. El ministro ha dicho que, en su comparecencia, detallará las características de la misión "desde el punto de vista político, diplomático y operativo".