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El delantero del Barcelona Samuel Eto’o sorprende casi siempre cuando habla. Esta vez ha pedido que el Balón de Oro sea para su entrenador Frank Rijkaard. Este acto de humildad ha venido seguido por otro más característico suyo, ya que no ha escondido que le haría “especial ilusión” recibir este galardón el próximo mes de diciembre, aunque ha dicho que prefiere no obsesionarse. "Ni siquiera quiero pensar en ello. Prefiero seguir trabajando y, si los cincuenta que votan creen que me lo merezco, entonces perfecto", manifestaba.
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