Kabul

Las fuerzas de la OTAN en Afganistán destruyeron este viernes una base talibán en el sur del país en un ataque aéreo que podría haber acabado con la vida de un conocido líder insurgente y sus seguidores, según fuentes de la Alianza Atlántica. El último bombardeo de la Alianza coincide con la reunión que este viernes mantienen los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN en Bruselas para coordinar la ayuda civil y militar a Afganistán, donde se prevé una nueva ofensiva talibán esta primavera.

El presidente de EEUU, George Bush, pedirá al Congreso unos ocho mil millones de dólares adicionales para reforzar la seguridad, la reconstrucción y otros proyectos en Afganistán. Según funcionarios de la Casa Blanca de "alto nivel", citados por el periódico The Washington Post en su última edición, el Gobierno de Bush prepara una serie de iniciativas militares, económicas y políticas dirigidas en parte a hacer frente a una posible ofensiva que terroristas talibanes lanzarían durante la próxima primavera. El posible desembolso supone un aumento de más del cincuenta por ciento de toda la ayuda que Bush autorizó para Kabul desde la guerra de 2001.

Un bombardeo de aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra un campamento talibán descubierto en la provincia sureña afgana de Helmand se cobró la vida de al menos 39 personas. La Policía afgana dijo que entre las víctimas mortales hay trece civiles. La ISAF, la Fuerza para la Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), sólo reconoce bajas entre terroristas.

El Ministerio de Exteriores de Pakistán ha emitido un comunicado de prensa en el que afirma que la decisión de minar y colocar una valla en la frontera con Afganistán responde a la necesidad de controlar los movimientos de los terroristas talibanes. El Ejército de Islamabad mantiene una amplía operación en la zona después de detectar que los talibanes cruzan la frontera para escapar de las tropas aliadas. La decisión de las autoridades iraquíes ha sido criticada por la misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) y por el Gobierno de Kabul.

Hasta ochenta talibanes han muerto en violentos combates con soldados de la Fuerza de Asistencia a la Seguridad (ISAF) , bajo mando de la OTAN, en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán. En esa zona se encuentran desplegados cerca de 4.500 militares británicos, es decir, el grueso de las tropas que el Reino Unido mantiene en territorio afgano. Durante la batalla, que se prolongó durante casi cuatro horas, las fuerzas internacionales contaron con el apoyo de helicópteros de ataque, según el mando militar. Este fin de semana, en esa misma área murieron los ocho pasajeros de un helicóptero que transportaba material logístico para las fuerzas extranjeras.

Un soldado de la OTAN ha muerto este lunes en un combate con talibanes en el sur del país, informó la Fuerza de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), que aseguró que hubo 55 bajas entre los terroristas. El enfrentamiento, que duró varias horas, se registró en el distrito de Daychopan, en la provincia afgana de Zabul, y resultaron también heridos 20 insurgentes, según la misma fuente. Los combates, en los que la ISAF (bajo mando de la OTAN) contó con apoyo aéreo, comenzaron hacia las 11.00, hora local, y concluyeron a las 16.45.

Una potente explosión afectó de lleno a un autobús público que circulaba por la ciudad de Tirin-Kot, capital de la provincia de Uruzgan, al sur de Afganistán. Según la Policía local, el atentado se cobró la vida de catorce personas y dejó heridas a otras tres. Por su parte, Luke Knitting, portavoz de la Fuerza para la Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN, dijo que el pasado martes murieron durante un bombardeo en Kandahar doce civiles y setenta terroristas.

La Fuerza para la Asistencia a la Seguridad (ISAF), que actúa en Afganistán bajo mandato de la OTAN, declaró haber recibido "informaciones verosímiles" sobre la muerte de entre cuarenta y cincuentaciviles en varias de sus operaciones lanzadas en el distrito de Panjwayi de la provincia de Kandahar. La misión de la Alianza Atlántica había informado que mató a 48 terroristas.

Ahmed Rashid, principal experto mundial en el movimiento islámico talibán, cree, según publica ABC, que terroristas talibanes están preparando un nuevo frente de guerra en el oeste de Afganistán, lugar donde actualmente se asienta la fuerza española de la OTAN. El objetivo de los talibanes es abrir un frente desde la frontera con Irán para suavizar la presión internacional que sufre Pakistán ya que desde Occidente muchos líderes políticos acusan al régimen de Musarraf de "connivencia" desde que desde el verano las milicias patanes lanzaran una gran ofensiva en el sur de Afganistán. De hecho, el rotativo de Vocento apunta que "la actual ofensiva de los talibanes afganos en el sur del país, que ha desconcertado por su fortaleza y audacia a los propios comandantes de la OTAN, no puede entenderse, según Rashid, sin la cooperación de Pakistán".