El ahora presidente del Congreso y ex ministro de Defensa declaró este martes por escrito en relación al Cougar. Reiteró que todos los argumentos avalan que el helicóptero Cougar que se estrelló en Afganistán en 2005 y en el que fallecieron diecisiete militares españoles sufrió un accidente y no hubo ningún ataque.
Pero lo realmente interesante es el diario personal del ex ministro que publica El País. Ahí, Bono cómo vivió la situación entre el 16 y el 18 de agosto. "Me levanto a las ocho en Jávea. A las 9.30 me llama el secretario general de Política de Defensa con malas noticias: un accidente de helicópteros en Afganistán… Llama el Príncipe vivamente interesado…Reunión con el Presidente en Moncloa. Siento su cercanía y emotiva solidaridad con los ejércitos".
"Un talibán reivindica el atentado, pero me dice el secretario de Estado de Defensa que ha hablado con el Jemad [Jefe del Estado Mayor de la Defensa] y que no es nada creíble, que ya lo ha hecho en otras ocasiones, y que es un delincuente que, al parecer, sólo quiere cobrar dinero".
"Volamos hacia Herat". "El capitán Expósito me pide que pase adonde están identificando cadáveres. Es una sala sanitaria llena de mesas. Quedo impresionado. Paso mesa por mesa... Es una de las experiencias más fuertes de mi vida. De todas maneras me alegro de haber visto los restos mortales para que esa experiencia me acompañe y me haga sentir cerca de los soldados de España. Rezo en silencio. Como consecuencia de la tensión, dice el médico, me sale un flemón en la boca [...]".
"No logro dormir ni un minuto. A las cuatro y media me lavo y afeito con el agua mineral de una botella [...]."
"A las 20 horas llegamos a Getafe. Cuando nos bajamos, voy con el Jeme [Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra] a dar novedades al Rey: "Se ha cumplido lo que su Majestad me ordenó". Al Presidente le doy un abrazo y el Rey también me abraza".
