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Agustín Olalla

Odisea en Dubai

Álvaro Quirós no sólo no se vino abajo, sino que logró sobreponerse a las dificultades y sentar de nuevo la cabeza. Esa que a veces le juega malas pasadas y le hace sufrir demasiado, como su Atleti.

La épica siempre va unida al deporte y esta vez no podía ser menos. La última jornada en el Omega Dubai Desert Classic tenía sabor español, con Sergio García, Álvaro Velasco y Álvaro Quirós como candidatos a alzarse con la victoria final.

Todo parecía ir perfecto pero, como en cualquier obra magistral, el desenlace tenía que hacerse esperar: los protagonistas deberían sufrir en sus propias carnes la huella de la dificultad. La huella del desánimo. La huella, en definitiva, de la gloria. Nos encontramos en el momento en el que el final empieza a tomar cuerpo. Y ese momento fue dramático al menos para los nuestros, que firmaban cinco minutos de auténtica debacle.

El primero fue Sergio García, que en la jornada del sábado obtuvo el mismo premio, con un triple bogey en el hoyo 9 de su recorrido que le alejaba definitivamente del triunfo. Le seguía Álvaro Velasco, nuestro brillante ganador del challenge de la temporada pasada, al firmar un doble bogey en el hoyo 7, aunque esta vez consiguió recuperarse para alzarse con un cuarto puesto final que le sabe a auténtica gloria y que refrenda el gran golf que tiene dentro.

Pero no hay dos sin tres. Y así fue. Álvaro Quirós, el tercero en discordia, había firmado un comienzo espectacular que le permitía situarse líder con dos golpes de ventaja sobre el segundo clasificado. Aunque no todo iba a ser fácil. En la salida del 8 perdía su primera bola y, de forma rocambolesca, la segunda fue a alojarse en la copa de una palmera. El hoyo se resolvía con un triple bogey para el gaditano.

¡Qué cinco minutos! Todo lo malo que podía pasar, pasaba: mientras los nuestros se caían en la clasificación, el resto se levantaba. Y ahí comenzó la odisea. Álvaro Quirós no sólo no se vino abajo, sino que logró sobreponerse a las dificultades y sentar de nuevo la cabeza. Esa que a veces le juega malas pasadas y le hace sufrir demasiado, como su Atleti.

Él aguantaba y los demás no cedían, produciéndose varias alternancias en el liderato. Álvaro se la juega para intentar sacar diferencia. No lo consigue... hasta que en el hoyo 16 se produce un doble golpe de efecto: firma un birdie y su inmediato perseguidor un bogey. Y se produjo el milagro.

Se vuelve a hablar español en Dubai, el torneo más importante de la denominada gira del desierto, donde el año pasado se impuso Miguel Ángel Jiménez y ahora Álvaro Quirós ha tomado su relevo. Una nueva alegría para el golf español. ¡Enhorabuena, Álvaro! Recupérate de las emociones fuertes y danos un grande, que ya es hora. Nos los han dado Severiano Ballesteros y Chema Olazábal, y ahora es tu turno. Lo hemos esperado varios años de Sergio García, pero nunca ha llegado. 

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