Hace poco comentaba a unos conocidos brasileños que no me gustaba hacia dónde caminaba la Unión Europea. ¿Y hacia dónde camina?, me preguntaron. "Hacia la Unión Soviética", contesté. Les hizo gracia, pero no creo que me entendieran. La mayoría de los españoles tampoco lo entendería. Tenemos aún muy reciente nuestro bobo entusiasmo europeísta propio de advenedizos, que no distingue entre unión económica y unión política; y, aunque se va apagando con el tiempo, aún es pronto para que aparezca una fuerza política contraria al aquelarre de Bruselas.
Eso, Albert, y que a los grupúsculos filoterroristas y separatistas les salga bien baratito el escaño.
Si Mariana levantara cabeza ...
<ironía>
P: "¿Por qué no se escinde España de la UE?"
R: ¿Por qué no se escinde Catalunya del 'Estat Espanyol'?
P: "la UE es un lastre para la economía y un peligro para la libertad de los británicos y el resto de europeos".
R: El 'Estat Espanyol' es un lastre para la economía catalana y un peligro para la libertad de los catalans y el resto de pueblos de Ibèria.
</ironía>
Alberto, tus argumentos sobre "lo caro que nos resulta estar en la UE" me recuerdan demasiado a la basura que esparcen los separatistas catalanes acerca de "la pobre Catalunya expoliada", balanzas fiscales, y demás zarandajas. Políticos corruptos los hay en todas partes, desde Bruselas hasta el concejal de urbanismo del más pequeño de los municipios, pero la solución no está en el independentismo. El proceso de construcción europea es el mejor modo de enfrentarse a los retos de un mundo globalizado; si queremos un modelo económico más liberal, elijamos a un gobierno liberal, pero no alentemos el secesionismo. ¡Por los Estados Unidos de Europa!