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Amando de Miguel

El poder de la palabra

El día que Obama y Zapatero tengan una reunión bilateral va a ser difícil para ZP porque va a estar debajo de dos banderas, la que no le gusta y la que ofendió.

Miguel A. Taboada (una enciclopedia viva este hombre) revela que los judíos son menos del dos por ciento de la población mundial, pero representan el 20% de los premios Nobel. Me parece muy relevante ese dato, que contribuye a superar el estereotipo de los judíos como grandes empresarios o banqueros. Los judíos en el mundo son sobre todo profesionales, con un nivel educativo muy superior a la media de cualquier país. La razón es histórica. Ante la amenaza secular de expropiación y expulsión, lo mejor para los judíos ha sido acumular capital educativo. Cierto es que también han destacado en su habilidad comercial, ante el rechazo tradicional que han expresado muchos cristianos por esa actividad. Añadiré, de paso, que el prejuicio antijudío se ha desarrollado mucho en España durante los últimos tiempos. Lo curioso es que ese antijudaísmo hodierno es de izquierdas. Hoy se disfraza como defensa de los musulmanes. Pero el hecho crudo es éste: todos los países árabes están a favor de la aniquilación del Estado de Israel. Esa actitud se transforma en acción terrorista por parte de diversos grupos que son tolerados, cuando no alimentados, por algunos Estados musulmanes. El más conocido es ahora Hamás que lleva años hostigando a Israel, incluso con terroristas suicidas (realmente "los suicidan" sus jefes). Eso es genocidio, pero no se dice así. Supongo que estas cosas se enseñarán en la desgraciada asignatura de Educación para la Ciudadanía. Al final, fíjense que todo es cuestión de cómo se utilice el lenguaje. Los terroristas para unos son héroes o patriotas.

Miguel A. Taboada (el Gran Recopilador) aporta la frase del general Norman Schwartzkopf cuando le preguntaron en una entrevista si había considerado perdonar al grupo terrorista Hezbolá. La respuesta fue: "considero que perdonar a Hezbolá es una tarea que corresponde a Dios. El trabajo del ejército israelí es organizar la reunión".

José María Navia Osorio vuelve a la cuestión del conflicto de Israel con sus vecinos. Se pregunta por qué en España se silencia que los terroristas palestinos han estado durante años enviando misiles de forma indiscriminada contra la población israelí. Sólo encuentro una explicación. En España hay un latente antitjudaísmo, que en el Gobierno es manifiesto. También se pregunta don José María cómo, después de 60 años, sigue habiendo campos de refugiados de los palestinos. Muy sencillo se han acostumbrado a recibir subvenciones de Arabia, Irán y la Unión Europea, entre otros. Se comprende que ésa sea la crisálida de los terroristas.

Don José María se hace cruces de la opinión de muchos españoles que confían en que Obama no vaya a ser belicoso por ser del Partido Demócrata. Cita los casos de Wilson, Roosvelt o Johnson que se metieron en las dos guerras mundiales o en la de Vietnam. Razón tiene el de Oviedo. Se podría añadir el caso de Truman con la guerra de Corea. Todos han sido líderes del Partido Demócrata. Señala don José María que "el discurso de Obama en su toma de posesión no se atrevería a leerlo ningún político español por temor a que lo tacharan de carca y fascista. Habló de patria, de religión, pidió ayuda a Dios, habló de esfuerzo personal". Añade este futurible: "El día que [Obama y Zapatero] tengan una reunión bilateral va a ser difícil para ZP porque va a estar debajo de dos banderas, la que no le gusta y la que ofendió". Todavía más: "¿Se ha enterado de que los parlamentarios europeos se han subido el sueldo? Los eurodiputados españoles van a levantar más de 7.000 euros al mes; se han subido 400 euros en plena crisis". Me parece un dato escandaloso. Como es notorio, en los círculos oficiales domina el optimismo respecto al pronóstico de la crisis económica. Por eso mismo don José María me señala la excepción que representa el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, quien vaticina que, a partir de 2012, no se van a cobrar las pensiones, que muchos españoles tendrán que emigrar a otros países y que tardaremos 20 o 30 años en salir de la crisis. Me gustaría verlo.

Don José María me pide que, como madrileño, le explique el asunto ese de los espías de la Comunidad de Madrid. Parece muy confuso si nos fijamos en la humareda, pero por el humo se sabe dónde está el fuego. Todo es cuestión de observar bien el juego de intereses y alianzas; es a lo que se reduce la política.

La premisa del razonamiento es así de simple; Rajoy (con todo lo buen parlamentario que es) ha alcanzado su techo electoral. Ha llegado a él, como en su día llegó Fraga por otras razones. Al PSOE le interesa que sea Rajoy quien siga al frente del PP, porque así estarán gobernando los socialistas per secula seculorum. En todo caso, si Rajoy se cortara la coleta, al PSOE le interesaría que fuera Gallardón el líder del PP. Se convertiría entonces en un partido radical a la italiana. La alternativa de que fuera Esperanza la cabeza de los populares significaría una derrota del PSOE. El PP sería entonces un partido liberal. Con Gallardón al frente del PP, los socialistas crearían una especie de "movimiento nacional", aunque quizá se llamara ahora "cambio estatal".

Gallardón sabe que Esperanza tiene más posibilidades que él de acceder al liderazgo del PP. En el caso de esa eventualidad Gallardón tendría que contentarse con la presidencia del Comité Olímpico. Gallardón tiene un gran activo: es el candidato del grupo PRISA. Así se entiende que El País saque a relucir esa confusa historia del espionaje en la Comunidad de Madrid. Nadie se pregunta cómo es que El País ha espiado a los espías. Por otra parte, PRISA debe mucho dinero a Caja Madrid. La única forma de refinanciar esa deuda sería que Gallardón pasara a controlar Caja Madrid. Nada mejor para ello que Esperanza se viniera abajo.

A esta alturas no nos vamos a creer que la historia de los espías es un verdadero periodismo de investigación. Está claro que alguien urdió esa historia y se la cedió bonitamente aEl País,un periódico en precipitada decadencia. Con los efectos de esa historia gana Gallardón, gana el PSOE y ganaPRISA; buena falta les hace a los tres ganar algo con la que está cayendo. La mejor prueba de lo que digo es que los que avivan la hoguera de los espías madrileños son socialistas, prisaícos y gallardonenses. Una cosa no le perdonan a Esperanza sus enemigos: que la Comunidad de Madrid (por cierto, ese título no lleva la palabra "Autónoma") sea la que mantiene una burocracia pública más eficiente. Eso es así a pesar del despilfarro que supone el Ayuntamiento de Madrid. Aunque Esperanza salga indemne de la historia de los espías, le buscarán las vueltas por otro lado.

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