Parece que está claro lo de singular (una sola cosa) y plural (varias). No es así. Decimos los “sanfermines”, las “navidades”, las “fallas”, aunque se trata de una fiesta en cada caso. Quizá queremos advertir que la cosa dura varios días. Por lo mismo se dice las “vacaciones”. Pase. Pero ¿y las “políticas”? Mejor estaría en muchos casos la “política” en singular. ¿Y los mercados? Se llama así a lo que antes era la Bolsa. Pero hay más: el Ejército de antes es ahora “las Fuerzas Armadas”. El PSOE se ha disgregado en “los socialistas” de tal o cual autonomía. El “protagonista” quiere decir uno, el primero (proto). Así, pues, lo de “protagonistas somos todos”, que tanto se oye, es un poco tonto.
Está también la operación contraria: el “talibán” por los talibanes, el “legislador” por los diputados y senadores (las Cortes), el “constituyente” por los que hicieron la Constitución. Decimos que “a Felipe le ha dado por bajar al moro”, esto es, viaja a ver a sus amigos marroquíes. ¿O será verdad que va a visitar a un moro en concreto? Bueno, ahora ya no irá más; bastante tiene con el argentino y el mexicano.
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