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Carlos Semprún Maura

El general invierno

El presidente checo es "euroescéptico" y ha criticado los delirios climáticos y el catastrofismo de Al Gore y sus compinches en Planeta Azul. Yo también. Klaus se declara liberal. Yo también.

El pasado sábado, los informativos de la televisión anunciaron que en Chicago y en Nueva York estaban a 40 y 30 bajo cero, respectivamente. El domingo hablé con mi hijo por teléfono, que estaba en Nueva York, y le pregunté si era cierto. "¡Ni hablar!". Había hecho frío la noche anterior pero menos en los momentos en que estábamos hablando. Los medios galos (como todos los restantes, salvo nosotros) no sólo exageran y mienten sobre el clima –ya que se han convertido a la nueva religión ecolocatastrofista– sino sobre cualquier otro tema a excepción de los resultados futbolísticos.

En este sentido, me he dado cuenta de que si bien hace meses los medios eran sistemáticamente anti Sarkozy –y eso se dejaba notar en los sondeos–, las cosas han cambiado desde que fue presidente de turno de la UE, viajó a Georgia y Oriente Próximo, pretende enfrentarse a la crisis financiera y económica con medidas voluntaristas y estatales, que están en todas partes y en ninguna.

Desde luego, toda esa actividad no ha dado siempre malos resultados, pero presentar a Sarkozy como un hombre que ha solucionado el conflicto ruso-georgiano, que ha logrado la tregua en Gaza y ha detenido la ofensiva del General Invierno –por no hablar de su "compasión" por los terroristas italianos– me parece exagerado. Además del chovinismo subido de tono de los franceses, es menester señalar una discreta operación de control de los medios por parte del Gobierno y del Elíseo. No es algo nuevo: Mitterrand y Jospin (cuando era primer ministro de Chirac) hicieron lo mismo o peor. Pero ahora, aparte de que Le Figaro se haya convertido en portavoz de Sarkozy, en las cadenas de televisión pública, dominadas por la izquierda desde los tiempos de Jospin, se nota un tono diferente, infinitamente menos hostil a Sarkozy. Los responsables de sus programas intentan vengarse invitando al máximo número de antisarkozystas a sus platós y a sus debates. En cuanto a las privadas, tienen por costumbre mostrarse amables con el Gobierno de turno.

En este ambiente de "Francia über alles", la presidencia de turno checa de la UE ha sido acogida con ladrillos y abucheos contra Václav Klaus. El presidente checo es "euroescéptico" y ha criticado los delirios climáticos y el catastrofismo de Al Gore y sus compinches enPlaneta Azul. Yo también. Klaus se declara liberal. Yo también. Klaus es partidario de una solidaridad política con los Estados Unidos, lo que se tilda con desprecio de "atlantista". Yo también. Klaus no está de acuerdo con la independencia de Kosovo. Yo tampoco.

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