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Daniel Rodríguez Herrera

25 años de ventanucos

El mejor producto no es necesariamente el mejor hecho, el más rápido, el más fácil de usar. Es el que mejor responde a las necesidades de la gente. Y eso hizo Windows.

El PC se hacía poco a poco con el mercado de los ordenadores personales. Pero todos sabían que el futuro no estaba en la "pantalla negra" de MS-DOS. El fecundo laboratorio Xerox PARC había mostrado el camino: los ordenadores debían adoptar la metáfora del escritorio, emplear un ratón y usar iconos y ventanas. Apple había sido el primero y Microsoft anunció que pronto lanzaría un entorno gráfico similar. Pero pasaron dos largos años hasta que en noviembre de 1985 presentó Windows 1.0. Fue la primera versión del producto más exitoso de la compañía y fracasó miserablemente.

No fue el único, todo hay que decirlo. Por aquel entonces varias empresas intentaron hacer lo mismo. Digital Research lanzó GEM, IBM sacó TopView y otras compañías lanzaron productos similares como Visi On o Desqview/X. Todos intentaban ser el entorno gráfico de referencia y ninguno lo fue, más que nada porque con los PC de entonces iban a pedales. Pero Microsoft perseveró, y a la tercera fue la vencida. Windows 3.0 no era más rápido que la versión original, pero los ordenadores en los que se ejecutaba sí. Habían cambiado mucho en cinco años.

Es difícil minusvalorar la importancia de Windows en la historia de la informática. Fue el principal responsable de extender la informática a todos los hogares de la clase media de los países desarrollados. Mis compañeros de profesión –los informáticos, no los periodistas– seguramente se lleven las manos a la cabeza ante esa afirmación, pero el mejor producto no es necesariamente el mejor hecho, el más rápido, el más fácil de usar. Es el que mejor responde a las necesidades de la gente. Y eso hizo Windows.

En realidad, ni siquiera Microsoft tenía mucha fe en que aquella fuera la vía. Mientras trabajaba en él mantenía una colaboración con IBM para desarrollar un nuevo sistema operativo, llamado OS/2, escrito desde cero, tecnológicamente mucho mejor que Windows... pero incompatible con el software creado para MS-DOS. No llegó a tirar del todo, pero hasta el sorprendente éxito de Windows 3.0 en 1990 –sorprendente sobre todo para Bill Gates y los suyos– Microsoft siguió colaborando con el invento.

Pese al empuje que han recibido las ventas de ordenadores Apple estos últimos años, lo cierto es que más del 90% de los ordenadores que se conectan a internet lo hacen con Windows. Ahora vivimos una época en que cada vez hacemos más cosas en la red y nuestro navegador parece tener más importancia que nuestro sistema operativo, porque tanto Windows como Mac OS X como Linux cubren las necesidades básicas de los usuarios. De hecho, es un grave problema para Microsoft, porque la mayoría de sus clientes están más que satisfechos con XP.

Windows ya no está en el candelabro, que diría aquella, pero es el producto informático más importante de este cuarto de siglo junto al navegador web. Aunque nos duela cada vez que sale la maldita pantalla azul.

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