Menú
Es un alivio saber que se ha dejado fuera de la agenda de esta cumbre el denominado gobierno de Internet. Aunque asusta que esa decisión se vaya a tomar en la próxima cumbre, la de Túnez, país con tan considerable historial de defensa de los derechos humanos.
 
El “gobierno de Internet” es, en realidad, una cosa relativamente reducida. La ICANN tiene el poder de asignar bloques de números a los países, los “números telefónicos” de cada dispositivo conectado a la Red. Es un poder que prácticamente será eliminado cuando cambiemos del sistema IPv4 actual y pasamos a IPv6. El segundo es el de decidir quién aloja los nombres de dominio, por ejemplo, Verisign en los .com. Hasta ahora ha tenido algunos fallos, aunque habrá quien diga bastantes, pero que sospecho insignificantes al lado de un organismo de la ONU ejerciendo la misma labor.
 
Comprenderán mis temores a la vista de un pequeño ejemplo que tuvo lugar el viernes. Paul Twomey, el presidente del ICANN, tras un vuelo de veinte horas para ver qué se cocía en las conversaciones preliminares de la cumbre, fue expulsado de las mismas tras decidir los jerifaltes del contubernio, diplomáticos con poca o nula preparación técnica, que “no querían observadores”. Aunque el observador fuera el actual “presidente de la red”. Mientras, los funcionarios responsables de la censura de Internet a la que la somete Irán, disfrutaban de la amable compañía y camaradería de los demás delegados.
 
El que ICANN sea una organización situada en Estados Unidos tiene ciertos riesgos, como que el Congreso decida exigirle que elimine los dominios de Cuba o no le ceda bloques de números IP, por ejemplo. Una hipotética actuación que conllevaría con toda seguridad a la escisión en varios sistemas alternativos. Pero ese riesgo es mucho menor que el que conllevaría tenerlo en manos de un organismo que, como la ONU, está numéricamente dominado por dictaduras deseosas de eliminar de la red a esos molestos librepensadores que se obstinan en llevarles la contraria. De modo que pronto tendríamos una “Comisión de Libertades en Internet” dirigida por China o Arabia Saudí.
 
 
 
Daniel Rodríguez Herrera es editor de Programación en castellano.

En Tecnociencia

    0
    comentarios