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Encarna Jiménez

Cuidado con la guerra

Aunque no se quiera seguir hablando de lo que supuso el destape de los actores en la gala de los premios Goya, antes dedicados a la cinematografía nacional, el efecto de su proclama contra la posición del Gobierno en el conflicto de Irak fue el primer petardo de una cadena que lleva camino de convertirse en traca. Las televisiones han ofrecido imágenes de la pasarela Gaudí en la que se abucheó a Pilar del Castillo. Un revienta-mítines increpó a Aznar en medio de una intervención, hecho que también vimos en la pequeña pantalla, y Pilar Bardem está dispuesta a vocear sus medias verdades en cualquier tribuna, como tuvimos ocasión de comprobar en “La noche de Fuentes y Cía” acompañada de Wyoming y el sectario Toledo.

El programa de Telecinco se convirtió en una plataforma para llamar asesino a Bush y despreciar la democracia como sólo pueden hacerlo una pandilla de amantes del tópico y el aplauso fácil. Además, la prensa se ha hecho eco de la denuncia de Aitana Sánchez-Gijón sobre la “libertad acosada” en España. Parece que la ex-presidenta de la Academia de Cine no sabe lo que es la privación de los derechos y ha entrado en esa noria en la que el espectáculo de la denuncia que practican los astros, y asteroides, del papel “couché” es un recurso estético.

El “famoseo”, con Sardá y su cuadrilla a la cabeza, no se priva de ponerse laureles antibelicistas en el plató y, ante la banalización de un asunto que tiene bastante más trascendencia que los líos del padre de Jesulín, pocos se atreven a seguir analizando a fondo lo que significa estar del lado de EEUU o del régimen de Sadam Hussein. Aquí se puede debatir sobre Aramis Fuster, pero no hay manera de oír opiniones contrastadas en un debate televisado sobre un tema de primer orden.

En los telediarios del fin de semana fue recurrente la imagen y las palabras de Fernando Savater llamando a los actores a que denuncien la falta de libertad en el País Vasco tras el último asesinato de ETA. Ya veremos el efecto que tienen sus palabras, aunque, en principio, llama la atención que en TVE se agarren a sus declaraciones, realmente oportunas y bien articuladas, más que a las de Trillo en foros internacionales. Desde luego, en Telecinco, los amigos de Fuentes no sintieron que fueran con ellos los asesinatos en el País Vasco. El programa estaba grabado, pero lo de ETA no es de ayer como para no tener opinión sobre lo que significa el terror. Parece que es más importante que cacheen a Pilar Bardem en el Congreso que el asesinato de demócratas en el País Vasco. Esa es la idea que tienen esos actores de la libertad.

Por lo que se ve, la adormidera televisiva tiene la consigna de no combatir el “efecto Goya” porque es preferible “minimizarlo”, salvo que la crítica o interpelación a los actores e “intelectuales” venga de gente del mismo ramo o parecer ideológico. El resultado es que estamos a expensas de que la gente se canse, no se fíe o desprecie los alegatos contra el Gobierno por su cuenta, aunque tenga que oír barbaridades como las que son capaces de articular los actores del "guión único”. Parece que la mayoría de los líderes del PP están pendientes de las elecciones. Esa es la guerra que quieren ganar. La de Irak está en manos de los cómicos.

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