César Alierta, responsable de Telefónica, está tan enfadado con la gestión de Admira, la operadora dedicada a medios audiovisuales que posee la compañía, que no ha dudado en reñirla en público por su incapacidad para invertir con cabeza. Como de un tiempo a esta parte todos los asuntos pendientes de las televisiones pasan por “Operación triunfo”, el gran jefe ha venido a tachar de burros y ciegos a la tribu del recién caído –suponemos que en colchón de euros- Juan José Nieto por haber despreciado desde Antena 3 el producto de Endemol.
A pesar de que Antena 3 fue la primera cadena a la que se le ofreció la oportunidad de producir “OT”, ni ella ni Tele 5 la compraron. Ante la negativa de las cadenas privadas, Gestmusic-Endemol hace una pequeña variación en el formato, que incluye la selección oficial de los concursantes para el festival de Eurovisión, y se la vende a TVE, única cadena que está en disposición de ofrecer esta variable, que será definitiva para el éxito del concurso.
Seguramente Alierta tiene muchas razones para echarle la bronca a Antena 3, pero es difícil asegurar que la cadena hubiera podido tener los doce millones de telespectadores a los que ha llegado TVE con “Operación triunfo”. En todo caso, lo único que podría haber conseguido es que la cadena pública no hubiera tenido un balón de oxígeno en medio de su supuesto saneamiento. Lo que sí parece más grave es que, una vez puesta en marcha la “operación”, haya sido Canal Satélite Digital –la plataforma de la competencia- y no Vía digital, la que le saque partido a “OT”. Con ese precedente, Prisa puede justificar mejor que, ante una posible fusión, sean ellos los que pongan los contenidos, porque tienen más idea, mientras Vía Digital se ocupa de la gestión. En pleno proceso de negociación, darle puntos al enemigo es como para que pensar que la mitad de tu ejército trabaja para la competencia o están atontados por vivir del cuento.
Quizá no sea exactamente así, pero algo hay de eso. Actualmente, la promiscuidad en el mundo audiovisual es tal que no hay manera de saber quienes son “los nuestros”. Entre los negocios cruzados y los traspasos de supuestos profesionales – del trinque en buena parte- de unas cadenas a otras, los de arriba no se enteran de qué va este mundo de espejismos que es la televisión y sus derivados –producciones cinematográficas incluidas-.
Todos los derechos reservados
!-->