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Encarna Jiménez

Wyoming flojea

La vuelta de “Caiga quien caiga” a la sobremesa del domingo ha venido a demostrar que el programa sigue en su línea anterior, de crítica al Gobierno, pero acusa un agotamiento de ideas que lo convierte en un producto de resistencia.

A Tele 5 le está sentando bastante bien la entrada del otoño en términos de audiencia. La vuelta de los clásicos a su parrilla ha hecho que superara a Antena 3 en los últimos días de septiembre. Entre María Teresa Campos y Javier Sardá se ha fabricado un colchón en el que lo más destacable ha sido la explotación de los restos de “Gran Hermano” y “Operación triunfo” y la crítica a Aznar. “Crónicas marcianas” volvió con una mofa de la boda de su hija y “Caiga quien caiga” se ha estrenado con el mismo tema casi un mes después de haberse celebrado.

Junto a Mercedes Milá, recuperada para “Gran Hermano”, y Fuentes, el Gran Wyoming ha completado la terna de habituales del domingo en la cadena. La estabilidad de los que funcionan le interesa a Tele 5, aunque la repetición del esquema resulta poco estimulante. Wyoming ha dejado el papel de facha reconvertido que introducía el programa para adoptar el de un psiquiatra cuyo paciente es el presidente del Gobierno. Se ha quitado el traje para aparecer en mangas de camisa, pero la etiqueta sigue siendo la misma.

El retorno de “Caiga quien caiga” nos trae más de lo mismo en el “Curso de ética periodística” de Juanjo de La Iglesia. Tonino ya ha encanecido, Carbonell acusa el pluriempleo y Javier Martín se inclina por el espectáculo mientras se olvida del guión. Si a esto unimos el desfase de algunas de las noticias exprimidas y comentadas como el 11-S, la superboda, o las gracias de los pollos sin cabeza nos encontraremos con un “CQC” de escasa pegada.

La experiencia de hacer dos programas semanales (sábado y domingo) en la pasada temporada no debió resultar rentable en términos económicos, algo que no es de extrañar a la vista de lo poco que han renovado el parque de ideas “antisistema”. Tras unas largas vacaciones, en las que nadie parece haber recargado pilas, Wyoming se dispone a aguantar un tiempo más dándole caña al Partido Popular con los chistes de siempre.

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