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Fiamma Nirenstein

Sí, pero con armas

De nada servirá una nueva EUBAM si no hay antes un mandato para detener a Hamás por las armas. Hay que proteger a Israel de todos los lanzamisiles. El problema es que Europa no se va a dar prisa por desarmar a los terroristas.

Europa se puede permitir, o al menos eso cree, ser irresponsable y al mismo tiempo convertirse en un referente moral. Ante el conflicto de Gaza, Europa ha hecho una propuesta de tregua humanitaria a través del ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, que ha optado rápidamente por la postura más facilona. A la tregua le seguiría un acuerdo para permitir la presencia de observadores internacionales.

Italia también tiene derecho a promover iniciativas de paz, y fue la más diáfana y escrupulosa a la hora de señalar, como hizo el martes el ministro Frattini, que es necesario dejar claro que Hamás es el responsable tanto de la guerra, al haber lanzado sus misiles sobre la población israelí, como de la ruptura de la tregua que sí fue respetada por Israel. Hamás, recuerda Frattini, es una organización terrorista que está en la lista de la Unión Europea y a la que hay que tratar como tal.

Kouchner, junto al responsable de la diplomacia británica Milliband, centra su atención principalmente en la crisis humanitaria, haciendo oídos sordos a la naturaleza terrorista del grupo islamista que hasta hace poco auguraba la "victoria total" al tiempo que reclamaba la tregua. Su jefe, Ismail Haniyeh, ha reiterado recientemente que su objetivo es la destrucción de Israel.

Livni, la ministra de Exteriores israelí, de visita por París, respondía que la crisis humanitaria es una excusa de los islamistas, ya que en dos días su país ha dejado entrar más de 300 camiones de comida y medicamentos junto a 20 ambulancias, al tiempo que está proporcionado a Gaza el 70% de la electricidad. Si se detuviera la lluvia de proyectiles mediante una tregua, Hamás tendría tiempo para recuperarse.

Conviene también que recordemos lo que ha ocurrido en otras ocasiones: cuando Israel abandonó Gaza, se desplegó en Rafah el "puesto de control" de la Unión Europea como garantía frente a la entrada de arsenal terrorista desde Egipto. Era entonces el 26 de noviembre de 2005. La misión EUBAM tuvo problemas porque sus efectivos se limitaban a 70 hombres de las fuerzas de seguridad de Abú Mazén: pero la llegada de Hamás eliminó a Abú Mazén del mapa. De hecho, la colaboración con la Autoridad Nacional Palestina terminó tan pronto como ésta fue expulsada en junio de 2007, momento en el que la Franja de Gaza se convertía en una macro-rampa de lanzamiento de misiles y en una incubadora del odio iraní.

De nada servirá una nueva EUBAM si no hay antes un mandato para detener a Hamás por las armas. Hay que proteger a Israel de todos los lanzamisiles. El problema es que Europa no se va a dar prisa por desarmar a los terroristas. Siempre ha aparentado estar mucho más dispuesta a ello de lo que realmente está. Por ejemplo, Javier Solana criticó a Israel en el Jerusalem Post por su "actitud hiperobsesiva en el asunto de la seguridad". Parece claro que una tregua que sea el preludio a una fuerza de interposición europea que esté desarmada –lo que permitiría a Hamás seguir disparando sus misiles– es algo que Israel no va a aceptar. El Estado hebreo no ha entrado en guerra por estar ocioso y aburrido, sino por los daños morales y físicos que los terroristas han causado a su población.

También Europa tiene sus obligaciones para con la población israelí acosada, lo que significa que no puede aceptar una tregua que permita a Hamás regresar a su guerra yihadista. En todo caso, lo que necesitamos es una tregua que apoye a Israel y que, de paso, también nos apoye a todos nosotros.

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