Menú
GEES

El giro a Oriente Medio

Obama y Kerry han hecho hincapié en su deseo de centrarse durante los próximos cuatro años en el desarrollo comercial y económico en Asia y África.

Obama y Kerry han hecho hincapié en su deseo de centrarse durante los próximos cuatro años en el desarrollo comercial y económico en Asia y África.

John Kerry ha finalizado su primer viaje oficial como flamante secretario de Estado de Estados Unidos. Ha recorrido nueve países de Europa y Oriente Medio en diez días, una proeza a la altura de su antecesora, la que dejó como legado el giro hacia Asia. Kerry, sin embargo, trata de cambiar el mensaje de Hillary Clinton. Como dijo en la audiencia ante el Senado para su confirmación en el cargo: "No estoy convencido de que el incremento militar en Asia-Pacífico sea crucial en estos momentos, es algo que quiero mirar con cuidado". Sin embargo, el pasado día 1 salieron de San Diego las primeras LCS (Littoral Combat Ship) de la Navy hacia su nueva casa: Singapur. Es desde luego uno de los síntomas más visibles de que el giro hacia Asia es real. Es más, en las últimas semanas tanto Obama como el propio Kerry han hecho hincapié en su deseo de centrarse durante los próximos cuatro años en el desarrollo comercial y económico en Asia y África.

A pesar de esta realidad, los europeos han querido destacar lo simbólico del viaje de Kerry, aunque a decir verdad las relaciones transatlánticas han brillando por su ausencia. Ni vuelta a Europa ni congelación del giro hacia Asia, como han anunciado algunos periódicos. Ha sido un listening tour que, a pesar de las visitas a las principales capitales europeas, ha estado dominado por las tensiones en Oriente Medio: la guerra civil en Siria y el programa nuclear iraní; Egipto, sus retos a largo plazo y su débil economía; y el moribundo proceso de paz árabe-israelí. Y es precisamente desde Oriente Medio donde están presionando fuertemente a Washington para que tome las riendas de la situación en la zona, hasta tal punto de poner a Obama en una delicada posición política y estratégica.

Turquía, Arabia Saudí y Qatar –aliados de Washington– han aprovechado el viaje de Kerry para pedirle que lidere una campaña más agresiva –que incluya el posible uso de la fuerza– para desbancar al presidente sirio. Por otro lado, los principales adversarios de Irán en la región han pedido prudencia al jefe de la diplomacia norteamericana en las negociaciones con Teherán –que ha aceptado una nueva ronda de negociaciones el próximo mes–. Como advirtió el ministro de Exteriores saudí, Saud al Faisal, los iraníes todavía no han demostrado a nadie la menor seriedad en las negociaciones. Y en Ankara Kerry tuvo que calmar las tensiones diplomáticas entre Israel y Turquía después de las declaraciones del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, en las que equiparaba al sionismo con el fascismo.

La Administración Obama aún no ha decido cuál va a ser su nivel de agresividad y compromiso en el Norte de África y Oriente Medio. Aún está buscando el equilibrio y el balance estratégico entre sus prioridades en Asia, sus viejos aliados europeos, inmersos en una crisis financiera, y las tensiones que dominan Oriente Medio. Y será Obama el que decida, Kerry sólo es un buen soldado.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios