Menú
GEES

Filtraciones incompletas

En caso de aceptar la propuesta real, S.M. se habría presentado en la Casa Blanca acompañado del Ministro de Asuntos Exteriores y todos somos conscientes del uso que de esas imágenes habrían hecho los grupos mediáticos que dan cobertura al Gobierno

El Gobierno español ha filtrado al diario El País información sobre la visita de SS.MM. los Reyes a la residencia del matrimonio Bush en Crawford, Texas. El gesto puede no ser elegante ni es, desde luego, un ejemplo de la relación que debe existir entre las distintas instituciones del Estado. En cualquier caso, es una realidad y un nuevo ejercicio de cómo el Partido Socialista utiliza la institución monárquica en beneficio propio.
 
Puesto que ellos han abierto la veda de la información, haremos nuestra pequeña aportación a un más completo conocimiento de este interesante episodio de nuestra actual política exterior. Conviene que los ciudadanos conozcan también otros aspectos del viaje, de su génesis y desarrollo, para que se puedan hacer una idea más cabal de lo que en realidad está ocurriendo.
 
Ante el bloqueo al que han llegado las relaciones entre España y los Estados Unidos por culpa de un conjunto de actos, tan gratuitos como irresponsables, protagonizados por los señores Rodríguez Zapatero y Bono, España ha quedado apartada de la agenda de la primera potencia mundial. Lo que, por cierto, no les ha ocurrido ni a Francia ni a Alemania. Ante la imposibilidad de acceder al más importante centro de poder del mundo, el Gobierno pidió a S.M. que asumiera la responsabilidad de romper el hielo. D. Juan Carlos llamó por teléfono al Presidente Bush pocos días antes de las elecciones presidenciales para comunicarle personalmente que iba a visitar Estados Unidos. Un acto protocolario que se desarrolló con normalidad. Inmediatamente después del triunfo electoral de Bush, S.M. volvió a llamarle. El Presidente contestó en un tiempo breve. D. Juan Carlos le felicitó y, a continuación, le expresó su deseo de aprovechar su estancia en Estados Unidos para pasar por Washington y felicitarle en persona. Nunca antes, si la memoria no nos engaña, un gobierno español había pedido al Monarca que se autoinvitara para acceder a la Casa Blanca. La respuesta fue no.
 
El problema, desde luego, no era S.M. En la Casa Blanca tienen muy presente que D. Juan Carlos no quiso visitar oficialmente Estados Unidos en el 2002-2003 y que no consideró oportuno invitar al Presidente Bush a la boda del Príncipe de Asturias, razón por la cual Bush sr., que sí fue invitado, no acudió. En cualquier caso, en Washington entienden perfectamente el papel constitucional del Monarca y valoran que él, más que nadie, representa al conjunto de la Nación. En caso de aceptar la propuesta real, S.M. se habría presentado en la Casa Blanca acompañado del Ministro de Asuntos Exteriores y todos somos conscientes del uso que de esas imágenes habrían hecho los grupos mediáticos que dan cobertura al Gobierno. Esa fue la razón por la que SS.MM. fueron invitadas a una reunión privada y en un recinto privado. D. Juan Carlos llegó al rancho sin la compañía de ningún miembro del Gobierno y el secretario de Estado que viajaba con él tuvo que quedarse esperándole en el aeropuerto.
 
El Gobierno ha forzado a S.M. a un papelón poco grato, que ha resultado escasamente fructífero. Por el contrario la Administración Bush ha encontrado la oportunidad de enviar un claro mensaje al Gobierno y a España: las relaciones entre los pueblos son normales pero el actual ejecutivo no es un interlocutor aceptable. El segundo mensaje enviado a Rodríguez Zapatero, tanto a través del Rey como por vía epistolar, es mucho más claro y directo.
 
GEES: Grupo de Estudios Estratégicos
 

En España

    0
    comentarios