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GEES

¿Haciendo el mico?

España forma parte de esta misión por razones que nadie ha explicado pero que todos sospechamos. El actual gobierno debe ganarse la credibilidad internacional que ha perdido él solito y nada mejor para ello que hacer de segundones de los franceses.

La vida es algo demasiado precioso como para ponerla en juego por motivos gratuitos o caprichosos y eso es, precisamente, lo que las autoridades de la UE con la complicidad del ministro de Defensa español están haciendo al desplegar una misión europea en el Congo.

Para empezar, la misión de la UE en el Congo es un despropósito cuyo único fin es satisfacer el deseo de los eurócratas de poder enseñar la bandera azul con sus estrellas y poder así afirmar que la UE es un gigante económico, una potencia política y un actor en materia de seguridad y estabilidad internacional. Nada que ver con la eficacia o el impacto que pueda tener realmente en el Congo.

La UE no debería estar tan orgullosa de su misión. Para empezar ha tardado más de medio año entre la toma de la decisión y la generación de fuerzas y, con todo, éste ha sido un proceso penoso al ponerse de canto la mayoría de países que en su día se mostraron favorables al envío de la misión. Tampoco dice mucho de la capacidad de reacción rápida de la UE. En segundo lugar, el contingente constituido, en torno a los 1.500 soldados, no es más que el 10% de lo que la ONU ya tiene desplegado en la zona, con mucho mejor conocimiento de los locales al llevar mucho más tiempo allí. Por último, el despliegue en sí no deja de ser sorprendente: se sitúa en las zonas donde menos se necesita.

De hecho, la misión en el Congo está comandada por los alemanes, con un cuartel general agradablemente situado en la retaguardia de Postdam, en las afueras de Berlín. El grueso de la fuerza, de procedencia francesa, se ha situado a manera de fuerza de extracción en suelo de los vecinos del Congo. Es la tropa formada por polacos y españoles es la que sí está de verdad dentro del Congo.

Nadie le quita el mérito a la labor que tan bien saben realizar nuestros soldados, pero el hecho de que un contingente de 1.500 sólo sea capaz de poner a patrullar por las calles y los puntos requeridos a menos de cien personas dice mucho de lo que de verdad se necesita en una misión de esta naturaleza y de que los europeos no son capaces de cubrir en serio dichas necesidades. Todo lo demás se va en apoyo logístico, médico, de comunicaciones y todo eso que eufemísticamente se denomina apoyo a la fuerza.

España forma parte de esta misión por razones que nadie ha explicado pero que todos sospechamos. El actual gobierno debe ganarse la credibilidad internacional que ha perdido él solito y nada mejor para ello que hacer de segundones de los franceses, los únicos verdaderamente interesados en esta operación siempre que el riesgo lo corran otros y el coste sea compartido. Que la bandera que se agite sea la europea siempre le viene mejor, toda vez que no están ni la OTAN ni los americanos de por medio. ¿Pero, y el Congo? Ah, eso es lo de menos. Que no tengamos bajas, porque no sólo serían innecesarias sino inexplicables.

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