Menú
George Will

Ataque demócrata a la Constitución

Obviamente, el respeto de los demócratas al principio de "una persona, un voto" está, bueno, condicionado a la situación.

"La Cámara de Representantes estará formada por miembros elegidos cada dos años por los habitantes de los diversos estados..."

Artículo 1, Sección 2 de la Constitución de los Estados Unidos

"¿Qué es la Constitución entre amigos?"

 Representante Timothy Campbell, demócrata del comité ejecutivo, a Grover Cleveland, presidente del Partido Demócrata, después de que Cleveland dijera que una propuesta de ley que Campbell apoyaba era inconstitucional.

Allá van de nuevo. Los demócratas de la Cámara deberían intentar darle al menos un poco de variedad a su deshonestidad. Al poco de legislar nuevos códigos éticos referentes a las relaciones con los grupos de presión, nos demostraron que hay formas peores de corrupción que las que implican dinero y unos martinis.

Otra vez votaron para conceder a los delegados de Guam, la Samoa Americana, las Islas Vírgenes y el distrito de Columbia, y el comisionado residente de Puerto Rico el derecho de voto en la Cámara cuando ésta se reúne como "Comité del Conjunto", que es como se reúne casi todo el tiempo. Es en ese estatus cuando tiene lugar todo debate acerca de enmendar la legislación.

Si estos cinco votos deciden el resultado de una votación en el Comité del Conjunto, el tema en juego será automáticamente vuelto a votar por la Cámara en pleno sin los cinco miembros participantes. Aún así, estos cinco miembros fantasma tendrán poderes iguales a los de los representantes de verdad en todo excepto en la votación final de las leyes, que con frecuencia tiene menos interés que el proceso que conduce a ella. Casi siempre, los cinco delegados son demócratas. (El actual comisionado residente de Puerto Rico es el primer republicano en cien años.)

¿Qué parte de las palabras "diversos estados" no comprenden los demócratas de la Cámara? Parecen actuar bajo el cínico supuesto de que "los habitantes de los diversos estados" no notarán esta rebaja de su representación en la Cámara.

Cada miembro del Congreso representa hoy, de media, a 687.000 personas. La población de Guam es de 171.000 personas; la de la Samoa americana, de 58.000; y la de las Islas Vírgenes, 109.000. Los 3,9 millones de puertorriqueños son ciudadanos norteamericanos y tienen derecho a votar para convertirse en un Estado con todos los derechos, lo que han rechazado en tres plebiscitos (1967,1993 y 1998).

Los 58.000 samoanos no pagan ningún impuesto federal sobre los ingresos, pero su delegado podría participar a la hora de elevar los impuestos de, digamos, los habitantes de Montana. El delegado de Samoa tendrá virtualmente el mismo poder que el congresista Denny Rehberg, que representa a los 944.000 habitantes de Montana. Obviamente, el respeto de los demócratas al principio de "una persona, un voto" está, bueno, condicionado a la situación.

Enero de 1993 fue la última vez que los demócratas se intentaron llevar a cabo esta cínica alquimia política, que transmuta a los delegados de cuatro jurisdicciones isleñas y uno de la del gobierno federal en equivalentes funcionales a los representantes elegidos por "los habitantes de los diversos estados". En enero de 1993, dos meses después de perder 10 escaños en la Cámara, falsificaron la mitad de esos puestos al aprobar esta medida, pese a que disfrutaban de una mayoría de 82. Un año después, esa arrogancia contribuyó a la pérdida de su mayoría en la Cámara.

En 1970, los Demócratas contemplaban la posibilidad de permitir al comisionado residente de Puerto Rico servir con poderes equivalentes a los de los miembros reales, pero solamente en comités independientes. El congresista Tom Foley, demócrata entonces en su tercera legislatura, dijo a sus colegas que eso era correcto porque esos comités son creados por la Cámara, no por la Constitución, y "se pueden eliminar y crear a voluntad". Además, el servicio en los comités implica solamente "votos consultivos preliminares". Pero, añadía, "está muy claro" que "una enmienda constitucional será necesaria" para conceder a un comisionado residente "voto en el Comité del Conjunto de la Cámara en pleno". Hacia 1992, cuando Foley, entonces en su decimocuarta legislatura, era presidente de la Cámara y estaba plenamente imbuido de esa sensación de tener derecho a todo que haría descarrilar a los demócratas en los últimos años de su control de la Cámara durante 40, apoyó lo que la próxima presidenta demócrata, Nancy Pelosi, ha hecho ahora. En 1994, Foley se convertía en el primer presidente de la Cámara en ser derrotado en las urnas desde 1862, y la nueva mayoría republicana deshizo lo que habían hecho los demócratas.

Para la portavoz Pelosi, dos preguntas acerca del posible alcance de su abuso de la mayoría: teniendo en cuenta su falta de respeto al nada ambiguo lenguaje y clara intencionalidad del Articulo 1, Sección 2 –que utiliza la palabra "estado" en ocho ocasiones para designar a la única entidad de la que puede elegirse un miembro de la Cámara–, ¿reconoce usted algún impedimento para utilizar su mayoría con el fin de conceder poder de votación en él "Comité del Conjunto" a un delegado de, digamos, la federación de sindicatos estadounidense?

O, a esos efectos: ¿cree usted que el Artículo 1, Sección 5 ("Cada cámara será juez de... la capacidad legal de sus propios miembros") permite que su mayoría conceda tales poderes de votación a su peluquero? Y si no, ¿por qué no?

En Internacional

    0
    comentarios