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George Will

Buscando camorra en Ohio

Ningún republicano ha logrado alzarse nunca con la presidencia sin ganar en Ohio, que lleva desde 1960 sin votar al candidato presidencial derrotado.

En 1997, cuando los Republicanos controlaban la Cámara de Representantes, John Kasich, que presidía la Comisión Presupuestaria, puso sus miras en la candidatura presidencial republicana del año 2000 porque "simplemente no me queda el tiempo suficiente para lograr hacer todo lo que quiero hecho". Tenía 44 años.

La presidencia se le escapó, como se le ha escapado a todo congresista aparte de James Garfield, así que Kasich se marchó a trabajar en Lehman Brothers (desaparecido), Fox News (próspera) y ahora Ohio (gravemente enferma). Su brío –dentro de 12 años, a los 70, todavía tendrá el aspecto del chaval que montaba en bicicleta de neumáticos salido de una novela de Booth Tarkington– no se ve desalentado a causa del cielo pizarra gris de los inviernos del interior que pende cerca de la oficina del gobernador en la planta 30. Tras ocupar ese despacho durante cuatro semanas, tiene planes tan importantes como los problemas de Ohio.

Su población envejece y se contrae en relación a la de la nación: de 2000 a 2010, sólo Rhode Island y Louisiana registraron un crecimiento demográfico más lento (Michigan registró un crecimiento negativo); y Ohio pierde dos escaños legislativos. Contará con 16 a partir de 2013, menos que los 24 de 1960. Cincinnati ha perdido el 40 por ciento de su población desde 1950. La mayor parte de la creación neta de empleo en la nación se debe a empresas que no tienen más de cinco años de actividad, pero Kasich dice que el clima fiscal y regulador de Ohio desalienta la iniciativa empresarial. Lo cual es una de las razones por las que la tercera parte de los estudiantes de educación superior del estado abandona Ohio antes de los tres años de licenciarse. El gasto por alumno en los centros públicos de Cleveland y Youngstown es de 15.573 dólares y 13.823 dólares respectivamente (la media nacional ronda los 10.800 dólares); la media de estudiantes que se gradúan es del 54,3% y 58% respectivamente. El 19% de los habitantes de Ohio están afiliados a Medicaid, que representa alrededor del 30% del presupuesto del estado.

Preguntado por el titular cuando presente sus primeros presupuestos, responde: "Probablemente, '¡Madre de Dios!'". Mientras presidió el Comité Presupuestario de la Cámara, Washington recortó la partida presupuestaria nacional un 9% en 1996 y logró un superávit en 1998, pero eso fue cuando la economía iba viento en popa. El déficit fiscal de Ohio en el ejercicio 2012 que se proyecta en el 11% del presupuesto estatal del ejercicio 2011 es grave, pero lejos de las catástrofes a las que se enfrentan California (29,3%), Texas (31,5%), Nueva Jersey (37,4)%, Illinois (44,9%) o Nevada (45,2%).

Kasich está inmerso en el proceso de privatización de la agencia de desarrollo económico y concedió una licencia a una empresa de Silicon Valley para dirigirla por el salario simbólico de un dólar anual. El paso de Kasich por Lehman Brothers fue una experiencia que le afectó en el mismo sentido en que los años con General Electric acentuaron el entusiasmo de Ronald Reagan por el sector privado.

Kasich está pensando en privatizar algunos centros penitenciarios y vender o arrendar la autovía de peaje de Ohio (el gobernador republicano Mitch Daniels arrendó la de Indiana). Hoy, dice Kasich, hay gente que cobra 66.000 dólares al año por recoger los peajes que podrían recoger unas máquinas. Dice que la recaudación de la autovía no sale del estado y no tiene claro a dónde debería destinarse.

Con los republicanos controlando todas las instancias estatales electas (menos una plaza en el Supremo) y las dos cámaras de la Asamblea, Kasich busca camorra. Una pelea se producirá con el sector de la atención primaria a domicilio, que se resistirá a las pretensiones estatales de ahorrar dinero ayudando a la tercera edad a quedarse en casa. Y se producirá una riña con el sindicato de profesores a cuenta de los programas de ayuda a las matrículas en centros privados y concertados. Está dispuesto a llegar a amenazar con la nacionalización de los sistemas escolares con elevado fracaso y está orgulloso de que Michelle Rhee, que se mostró constructivamente antagónica cuando dirigía los centros del Distrito de Columbia, sea de Toledo.

Hijo de un cartero –y goulash de etnias de Europa Central (húngaro, checo, croata)– Kasich apela al obrero cuyo apoyo los demócratas llevan perdiendo desde la década de los 60, y entre los que los demócratas perdieron por 2 a 1 más o menos en 2010. Hay muchos en Ohio, donde cinco legisladores demócratas fueron derrotados en 2010.

El Almanaque de la Política Estadounidense de Michael Barone llama a Ohio "el primer estado totalmente estadounidense": las 13 colonias originales empezaron siendo colonias británicas y los tres siguientes (Vermont, Kentucky, Tennessee) se cincelaron a partir de las colonias. Ningún republicano ha logrado alzarse nunca con la presidencia sin ganar en Ohio, que lleva desde 1960 sin votar al candidato presidencial derrotado. De manera que se registrarán repercusiones a nivel nacional a consecuencia de lo que quiera que Kasich logre trabajando aquí en esta ciudad de tamaño medio en mitad del estado donde empieza el Middle West, la región donde pueden decidirse los próximos comicios presidenciales.

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