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Ignacio Villa

Como para ponerse colorado

Zapatero se dedica a ir predicando por ahí sus características. Dice de sí mismo que es

La verdad es que Zapatero será rojo –no lo dudo– pero escuchando al presidente como abre su tierno corazón en el próximo número de Marie Claire es como para ponerse "colorado". El presidente del Gobierno se descuelga este mes desde las páginas de esta revista femenina con un "publireportaje" de pura militancia. Es un nuevo intento de fabricar un mundo artificial que nada tiene que ver con las necesidades de los ciudadanos, y mucho menos con las preocupaciones actuales de los españoles.

La única realidad contante y sonante es que, actualmente, en la sociedad hay cada vez más inquietud ante la incapacidad de este Gobierno por gobernar, algo que a Zapatero no parece que le importe mucho. Él sigue por encima del bien y del mal, sin voluntad para negarse a nada, y con una tozudez sin precedentes para no rectificar ante los errores. El presidente se encuentra embozado en sus antojos que nada tienen que ver con el peligro real de ruptura de España que ahora mismo se percibe gracias a su debilidad y a su impulso.

Pero nada, que nadie se preocupe; dicen que todo es producto de la radicalidad. Nos dedicamos a seguir dando vueltas a la nada, mientras los peligros reales de la irresponsabilidad política sobrevuelan a diario. Mientras tanto Zapatero se dedica a ir predicando por ahí sus características. Dice de sí mismo que es "rojo, utópico y feminista" y se queda tan ancho. Parece que este hombre no se quiere enterar de dos realidades. Primero, el PSOE ganó las elecciones por la situación provocada por los atentados de Madrid. Esa es la realidad que deben de aceptar y lo demás son fábulas infantiles. Segundo, ya está bien de contemplarse a sí mismo. Un presidente del Gobierno está para gestionar y servir a los ciudadanos, no para regodearse en una dialéctica que es, por cierto, cursi como pocas.

La entrevista que tenemos entre manos no tiene desperdicio. Además de esa autodefinición de Zapatero, nos encontramos de bruces con la filtración de algún fontanero monclovita –que más que fontanero es un manipulador– que dice que en Moncloa se guarda una fotografía de un encuentro de veinte minutos entre Bush y Zapatero en Estambul, que no enseñan porque no son "paletos". Pues sinceramente sí enseñar una foto es una paletada, que nos expliquen esa obsesión de Zapatero por coleccionar fotos que no llevan a ninguna parte. Lo de este hombre no tiene solución.

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