Visto lo visto, habrá que empezar a pensar que el Partido Socialista tiene una "candidata oculta" para las elecciones europeas. Su nombre es Carmen Caffarel , la directora general de RTVE. Desde luego la torpeza con que desde el Ente público se está llevando toda esta polémica está dejando al descubierto en qué consiste a la hora de la verdad el famoso talante del nuevo Ejecutivo. Poca claridad, incumplimiento de la palabra dada y manipulación de la realidad son los condimentos utilizados, como tantas otras veces, por los socialistas. Algo que por otra parte no puede sorprender a nadie cuando tenemos, bien cercano en el calendario, el recuerdo de lo ocurrido durante la jornada de reflexión del 13 de marzo.
Caffarel que dicen llegaba a RTVE para devolver la dignidad a esa casa ha dejado ver de buenas a primeras su verdadera forma de hacer las cosas. De manera burda, con un estilo tosco y con unas formas de puro sectarismo, la directora general del Ente público ha quemado todas sus "naves de independencia", Caffarel está haciendo el juego descarado al Partido Socialista y a sus intereses. ¡Qué poco tiempo ha pasado para que quede todo meridianamente claro! La verdad, al final es de agradecer que no sigan haciendo teatro y que ya tengamos las cartas sobre la mesa.
De todas formas, aunque siempre es bueno que desde el principio estén todos perfectamente radiografiados, no por ello deja de ser una vergüenza lo que está pasando. Carmen Caffarel, a las primeras de cambio, ha enseñado cuál va a ser su estilo y su talante en este periodo que decían iba a ser de regeneración en la televisión pública. Al final, hemos vueltos donde siempre. Hemos vuelto al uso partidista de RTVE, en este caso sin ningún tipo de pudor. En la primera polémica, la nueva directora ha apostado por "los suyos", por sus verdaderos jefes políticos. Caffarel se ha convertido, pues, en la primera defensora del Partido Socialista. Caffarel es la simple ejecutora de las órdenes de Ferraz. El nuevo talante de las viejas formas. Lo de siempre.