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Ignacio Villa

Un Gobierno sin presidente

No deja de ser curioso, pero resulta que tenemos ya unos cuantos ministros confirmados cuando todavía no hay presidente del Gobierno. No sabemos si esta forma de actuar es también parte del nuevo talante de Zapatero; pero, desde luego, llama la atención que mucho antes de que el Rey haya iniciado la ronda de contactos para realizar una propuesta de candidato a la presidencia del Gobierno, Zapatero ya este formando Gobierno. El líder socialista ya ha confirmado, al menos, tres nombres seguros en su Ejecutivo, y se supone que seguirá ese goteo nominal en los próximos días. Por el momento, Fernández de la Vega, Solbes y Bono son los elegidos por Zapatero para un Gobierno que no tiene presidente hasta que no sea investido.
 
Desde luego, estamos ante una nueva forma de hacer política. Nombrar ministros sin Gobierno constituido, ni presidente investido, es una novedad para tener muy en cuenta. Una nueva forma de actuación que nada tiene que ver con las maneras de Aznar, que no dejaba escapar una pista hasta que no era investido presidente y le comunicaba al Rey los nombres de su Gobierno. Pero tampoco tiene mucho que ver con Felipe González con quien había, en efecto, muchas filtraciones, pero no había confirmaciones oficiales. Zapatero dice tener un nuevo talante para la política, pero no estará de más que alguien le recordara que, además de talante hay que tener talento, y ese talento pasa por guardar las costumbres y las formalidades que siempre se han guardado a la hora de formar Gobierno. Incluido Felipe González.
 
Por cierto, hablando del ex-presidente del Gobierno, González no ha podido callarse en el Comité Federal socialista y ya ha comenzado a dar consejos a su inesperado sucesor: "Se gobierna desde Moncloa y no desde Ferraz", le espetaba delante de todos los dirigentes socialistas.
 
Eso sí, González ya no recuerda aquella lamentación que tanto tuvo que escuchar:"El error de Felipe es que se ha olvidado del partido". Ya veremos, con el tiempo, si lo dicho por Felipe es un consejo o una trampa. La primera impresión es que le está induciendo a cometer su mismo error: encerrarse en Moncloa y olvidarse del
"mundanal ruido".
 
Pero, en fin, lo que parece claro es que con buena o mala intención, Felipe no va a estar callado. Y eso, en muy poco tiempo, puede ser un peligro. ¿Se acuerdan cuando, no hace mucho, González reprochaba en público el poco coraje de Zapatero? Pues lo dicho: González no parece que este dispuesto a estar ni callado, ni quieto. Y, si no, que se lo digan a Moratinos, que ve peligrar su flamante cartera de Exteriores, gracias a los movimiento de Felipe para situar a Javier Solana en ese Ministerio. ¡Y sólo han pasado quince días!

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