Durante el testimonio de la secretario de Estado Condoleezza Rice ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, la senadora Barbara Boxer, demócrata elegida en California y crítica con la guerra de Irak, dijo: "La cuestión es: ¿quién paga el precio? Yo no voy a pagar un precio personal. Mis hijos son demasiado mayores y mi nieto demasiado joven. Usted no va a pagar un precio determinado, tal como yo lo entiendo, en su familia inmediata. Así que, ¿quién paga el precio? El ejército norteamericano y sus familias. Y sólo quiero que volvamos sobre ese hecho".
"Creía que no pasaba nada por no tener hijos", dijo Rice más tarde, "y creía que se podían tomar buenas decisiones en nombre del país siendo soltera y sin niños".
Aparentemente, no tener miembros de la familia sirviendo en el ejército descalifica la opinión de apoyar la guerra. Veamos, el 70 % de la nación, en su día, apoyó la guerra. ¿Se preparó el 70% para pagar "un precio personal" teniendo a un familiar cercano en el ejército? Más del 90% de nuestra ciudadanía nunca ha sido militar y, de aquellos que sí lo fueron, apenas una fracción vio un combate. ¿Les quita eso el derecho de apoyar la guerra?
El nuevo secretario de Defensa, Robert Gates, recibió la aprobación por mayoría del Senado para sustituir al "belicista" Rumsfeld. Gates, sin embargo, recientemente advirtió de "un desastre en ciernes" en Irak si nuestros esfuerzos allí fracasan. Pero esto solamente importa, según Boxer, si usted tiene un familiar cercano actualmente en el ejército.
La CIA, según se informa, también predijo consecuencias desastrosas en caso de fracasar en Irak. Una fuente de la CIA, después de que la agencia "simulase" una derrota en Irak, dijo: "Cuando hicimos la simulación, las complicaciones eran enormes... [Al Qaeda diría]: 'Alá nos ha concedido una segunda victoria sobre una superpotencia'. Imagine lo que hará una derrota en Irak. Al Qaeda elegirá nuevos blancos después de creer que ha ganado". Por supuesto, esto también es irrelevante a menos que un miembro de tu familia desempeñe el servicio militar.
El presidente y comandante en jefe Abraham Lincoln tuvo un hijo que sirvió durante la Guerra Civil, pero en un puesto de campaña entre el personal del General Grant. El presidente Harry Truman,
que lanzó las bombas de Hiroshima y Nagasaki, tuvo una hija, pero no estuvo en el ejército. El presidente Bill Clinton envió tropas a Somalia, Bosnia y Kosovo, pero su hija no fue militar. El presidente John Kennedy incrementó la cifra de consejeros en Vietnam y apoyó esa guerra, pero no tuvo ningún hijo involucrado.
Contemplar a la progre "defensora de la mujer" Boxer atacar a Rice por ser soltera y sin hijos fue algo casi surrealista. Y es que su correligionaria del Partido Demócrata y nueva portavoz de la Cámara, Nancy Pelosi, calificó su propio ascenso al poder como una victoria para todas las mujeres. "Es un momento histórico para las mujeres de Estados unidos", dijo Pelosi. "Es un momento por el que hemos estado esperando más de 200 años... Pero las mujeres no se han quedado simplemente esperando. Las mujeres trabajaron. Sin perder nunca la fe, trabajamos por redimir la promesa de Estados Unidos, que todos los hombres y mujeres son creados iguales. Para nuestras hijas y nuestras nietas, hemos roto hoy el techo de cristal. Para nuestras hijas y nuestras nietas, ahora el cielo es el límite".
Pero para Boxer, el cielo sigue siendo inalcanzable si, como Rice, se está soltera y sin hijos. A pesar de ello, un reciente artículo del New York Times celebraba por todo lo alto el fenómeno del creciente número de mujeres que viven sin marido. Por primera vez, la cifra de mujeres solteras supera la cifra de mujeres casadas.
"Para bien o para mal, las mujeres son menos dependientes de los hombres o de la institución del matrimonio", dice el demógrafo de la Brookings Institution Dr. William H. Frey. "Las mujeres más jóvenes entienden esto mejor, y se están preparando para vivir temporadas más largas de sus vidas en solitario o conviviendo sin casarse. Para muchas mujeres jubiladas o de la generación del baby boom, la institución del matrimonio no les dio lo que esperaban de ella, tras haber crecido en una era de familias felices".
El Times citaba a una mujer de 57 años recientemente divorciada: "Estoy en un momento de mi vida en el que me siento cómoda. Puedo hacer lo que quiera, cuando quiera y con quien quiera. Fui esposa y madre. No siento que me haga ninguna falta hacerlo de nuevo". Otra separada se muestra de acuerdo: "No tenía previstas las ventajas. El tiempo libre, la cantidad de tiempo que consigo pasar con los amigos, el tiempo que paso sola, que valoro enormemente, la flexibilidad en términos de trabajo, viajes y actos culturales".
¿No trataba "el movimiento feminista" de elecciones, como la elección de tener o no familia, la elección de tener o no una carrera, la elección de tener o no hijos? Pero la Ley de Boxer dice que las elecciones que tomó Condoleezza Rice la incapacitan para la posición de secretario de Estado, dado su apoyo a la guerra.
Creí que habíamos recorrido un largo camino. Supongo que no.
