No siempre estoy de acuerdo con el sr. Moa, pero en esta cuestión del terrorismo, la clava. El terrorismo no es una maldición bíblica que nos haya tocado a los españoles. Es el resultado de la increíble torpeza (o maldad) con la que ha sido manejado este asunto desde los tiempos de la transición, con la excepción del período Aznar
Buena síntesis sobre el estado de la cuestión.
Estoy de acuerdo en que el Vaticano tiene mucho que explicar: desde sus sacerdotes hasta sus obispos, sobre su actuación en toda esta locura.
Y también deberían explicar cuánto del terrorismo ha sido influido por las luchas internas Jesuitas (fuertes en las Vascongadas) y el Opus Dei (con Navarra como feudo).
Pero me temo que un gobierno de demo-cristianos poco o nada hará, como no hizo nada el demo-cristiano Martín Villa nefasto Ministro de Interior, premiado ahora con los restos del Grupo Prisa.
Lamentable pero cierto.
El PP no podrá hacer gran cosa, ciertamente el chantaje interno será abrumador y por supuesto traicionero.
Deberían apuntar en una libreta todas y cada una de las técnicas usadas por los secesionistas para "construir nación", lo cual simultaneamente es destruir España, y desmontar una por una.
Deberían comenzar por recuperar las competencias educativas, y revertir las políticas lingüísticas sin complejos. Francia tuvo muy claro en la última reforma constitucional que se enseña en francés si se quiere tener una nación cohesionada.
Desgraciadamente, la estrategia de Aznar era un éxito hasta la llegada de la canalla al poder, pero ahora no servirá para nada. Es necesario utilizar otras palancas, que por desgracia están en manos de los nacionalistas debido a esos estatutos que son puras constituciones.
En una futura reforma constitucional sería crucial, de seguir existiendo estatutos, que se aprobaran o derogaran como cualquier ley orgánica, sin necesidad de referendo. El referendo las convierte en irreversibles salvo para avance hacia la secesión; es decir, el referendo es el trinquete secesionista, solo permite modificaciones hacia la independencia porque los nacionalistas votarían no en caso contrario. Es además una contradicción profunda con la soberanía del pueblo español pues un estatuto lo vota solo una parte del pueblo español.
Si los vascos quieren estar gobernados por una banda de asesinos y tener un estado totalitario, allá ellos. Los españoles deberíamos expulsarlos de España como se extirpa un cáncer, levantar un muro en la frontera para que no puedan contagiarnos y nada de readmitirlos como refugiados políticos cuando vivan la realidad de su voto.
Esto lo extiendo a todos los que quieran independizarse. Ahí está la puerta. A acuñar moneda y mantener un ejército.
A los españoles nos va a salir mucho más barato. Se acabaron los privilegios que les pagamos. El que no soporte ser igual en derechos y obligaciones que el resto de los españoles: fuera. Peor para ellos y mejor para nosotros.
No nos hacen un favor quedándose en España. Todo lo contrario.