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Víctor Gago

“Marcha verde" a Rabat

La primera visita a Marruecos del presidente de la Comunidad Autónoma ha arrastrado a las puertas del Palacio de Mohamed VI una "marcha verde" de consejeros, funcionarios, empresarios, rectores y periodistas. La "marcha verde" de Román Rodríguez precede a la "marcha roja" de Pascual Maragall, que también visitará el país vecino en los próximos días.

La caravana del presidente isleño no empieza en el desierto, aunque el simpático médico de familia se dirija de bruces a él por decisión de su propio partido, que no lo presentará a la reelección el próximo 25 de mayo. Desde este lunes, Rodríguez y dos de sus consejeros están de marcha gratis total (excepto para los contribuyentes) entre Rabat y Agadir, acompañados por otras cuarenta personalidades de la vida local, en un avión realquilado a Binter, la aerolínea de color verde cuya adquisición a Iberia en 2002 por empresarios isleños se firmó, literalmente, en el despacho del presidente del Gobierno autónomo. El objetivo declarado de la gira de tres días es, ahí es nada, "normalizar las relaciones bilaterales" de Canarias y Marruecos.

En cuatro años de mandato, Rodríguez, un gobernante sin competencias en Relaciones Exteriores, ha cruzado el océano para estar al menos dos veces en Venezuela y otras dos en Cuba oficialmente, y en ambos países ha sido agasajado "como un hermano" por sus respectivos parientes, Hugo Chávez y Fidel Castro. Ahora, en cambio, en una situación personal de cesantía, a un mes de despedirse de una Presidencia autonómica a la que, contra su voluntad, no volverá a tener opción en las Elecciones del próximo 25 de mayo, está convencido de poder fundar relaciones estables con un Estado al que consejeros de su Gobierno y dirigentes de ICAN, el partido radical de izquierda en el que milita, han acusado de genocida, para el que han reclamado las más duras sanciones de organismos internacionales y cuyos productos agrícolas no han dejado de boicotear cada vez que Bruselas y Rabat han tratado de abrir sus mercados.

El programa de la visita se ha pespunteado durante los últimos veinte días. Rodríguez mantendrá encuentros con varios ministros, entre otros, con el jefe de la Diplomacia, M. Benaissa. No hay garantías de una entrevista con el jefe del Gobierno, D. Yetoum, y tampoco, hasta hoy, la Prefectura del Reino ha confirmado una audiencia del rey Mohamed VI, para la que el equipo del presidente autonómico ha presionado intensamente ante la Embajada de Marruecos en Madrid y ante el Ministerio español de Asuntos Exteriores, durante las últimas dos semanas.

Desarrollo turístico, exportación de conocimiento e intercambios comerciales imprimen solemnidad a la agenda de esta minigira. Román Rodríguez querrá dejar de lado el hecho de que durante su mandato no ha existido el menor interés por mantener un diálogo directo con Marruecos, pese a que Mohamed VI invitó personalmente a Rodríguez a visitarle hace casi tres años, durante una cena en su honor organizada por Los Reyes de España, a la que el presidente canario asistió como invitado.

La agenda bilateral fomentada en la opinión pública del Archipiélago canario durante la etapa de Román Rodríguez está escrita a golpe de contenciosos, aventados a menudo con una retórica oficial incendiaria por parte del Gobierno regional. Los planes para la construcción de una central nuclear en Tan-Tan, las exportaciones de tomates de Marruecos a la Unión Europea, la pesca, las prospecciones petrolíferas autorizadas por el Gobierno de la Nación en aguas del Archipiélago, y, sobre todo, la inmigración y la cuestión de la soberanía del Sáhara Occidental han fraguado cualquier cosa en el presidente, su círculo de consejeros allegados y su partido, menos el entendimiento y la normalización que se persiguen con esta visita.

Desde Marruecos, se albergan dudas de que Román Rodríguez, su consejero de Turismo, Juan Carlos Becerra, y el de Empleo, Marcial Morales, puedan adoptar acuerdos bilaterales vinculantes para el próximo Gobierno de Canarias, en el que Rodríguez no será presidente, por decisión de su partido, y en el que ninguno de los tres tiene garantizado que continuará.

El Houssine Majdoubi, corresponsal de ACN Press en Rabat, observa que “teóricamente, esta visita carece de significado político puesto que la Presidencia de Rodríguez es de carácter provisional, por ser presidente en funciones, ya que el 25 de mayo se celebrarán las elecciones municipales y autonómicas; y eso quiere decir que los acuerdos y convenios que firmaría no pueden comprometer al Gobierno sucesor”.

Marcial Morales, consejero de Empleo del Ejecutivo canario y miembro del séquito de Rodríguez en este viaje, dijo el 26 de marzo de 2002 que había que denunciar a Marruecos ante los organismos internacionales por su complicidad con las mafias dedicadas al tráfico de inmigrantes. Morales llegó a pedir públicamente a la UE “las medidas más duras posibles” para impedir que Marruecos “siga permitiendo y haciéndose cómplice de la muerte de inmigrantes”.

El 3 de noviembre de 1999, Carmelo Ramírez, coordinador de ICAN y mantenedor, con el presupuesto del Cabildo de Gran Canaria (del que es vicepresidente), de la pro-etarra organización Madres de Mayo que lidera Hebe de Bonafini, acusó a Mohamed VI de poner en marcha una operación de limpieza étnica en el Sáhara Occidental. Precisamente, una nueva expedición auspiciada por este dirigente del partido de Rodríguez partirá rumbo a otro cónclave de exaltación del Frente Polisario en los campamentos de Tinduf, al suroeste de Argelia, días después de que el presidente regrese de su particular "marcha verde" con empresarios y periodistas, en la que ha depositado esperanzas de rescatar parte del suelo de poder y de iniciativa política que su propio partido ha segado bajo sus pies.


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