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EDITORIAL

Las tonterías de Solbes

El vicepresidente económico ha admitido que el Gobierno "no está analizando" esta realidad a la hora de elaborar sus previsiones, lo que viene a ser lo mismo que reconocer que van a estar tan equivocadas en el futuro como lo han estado hasta ahora.

A estas alturas del ciclo económico, sorprende que haya alguien que le regalara en su día a Pedro Solbes su confianza. El vicepresidente segundo del Gobierno está demostrando estar completamente desbordado por lo que se nos viene encima a los españoles, lo cual no quita para que encima intente darnos lecciones. Si Zapatero acusaba de antipatriotas a quienes advertíamos de la recesión, Solbes afirmaba que decíamos "tonterías" y que no "sabíamos nada de economía". Pero claro, eso era antes. Antes de las elecciones.

Ahora, a esa manera tan suya de decir las cosas sin decirlas, afirma que "si uno considera que va a seguir aumentando el precio del petróleo, que la economía americana no se va a reponer, que la caída en el segundo trimestre en Alemania va a seguir en próximos trimestres, pues evidentemente podríamos tener elementos negativos que podrían afectar a una situación de ese tipo", refiriéndose a la recesión. Y como todo apunta a que todos esos supuestos se van a dar, lo que en definitiva viene a admitir Solbes es que sí, que no sólo hay crisis, sino que habrá recesión, entendida ésta como dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.

Más aún, el vicepresidente económico ha admitido que el Gobierno "no está analizando" esta realidad a la hora de elaborar sus previsiones, lo que viene a ser lo mismo que reconocer que van a estar tan equivocadas en el futuro como lo han estado hasta ahora. Y es que el Gobierno preveía que este año creceríamos al 3,3%, mientras que ya en septiembre de 2007 nuestro analista Alberto Recarte reducía esa cifra al 1,7% y se habla ahora de que finalmente estará en torno al 1,5%.

Vista la diferente capacidad de unos y otros para prever el futuro de nuestra economía, es de temer que el presidente de Libertad Digital vuelva a tener razón cuando pinta un futuro muy negro marcado por una recesión que comenzará el año que viene y se extenderá a 2010, con cuatro millones de parados y elevadas tasas de endeudamiento familiar y empresarial.

Estamos sufriendo ahora los excesos de unos años marcados por el crédito barato, que ha provocado las nefastas consecuencias que siempre tienen estas euforias económicas artificiales creadas por los bancos centrales: un exceso de inversión en sectores que no serían rentables de no ser por el engañoso precio del capital. Para salir de la crisis es necesario que se liquiden esas malas inversiones y se empiece a reconstruir la economía sobre bases más sanas. Pero para ello es necesario que haya suficiente capital para invertir, capital que el Gobierno no debería acaparar incurriendo en déficit, y que los factores de producción sean lo más baratos posibles para las empresas, facilitando la creación de nuevos proyectos productivos.

Desgraciadamente, no parece que en estos momentos el Gobierno esté por la labor de flexibilizar el mercado laboral, una medida imprescindible si se quiere salir cuanto antes y de la mejor manera posible de la crisis, pues un despido caro supone un encarecimiento de cualquier nuevo proyecto empresarial, que aborta muchos de ellos incluso antes de que nazcan. No parece que ni Solbes, ni Sebastián ni Zapatero estén por la labor de hacer lo que hay que hacer, porque no habría manera de disfrazarlo de medida "social" o "de izquierdas", y se encontrarían con la oposición de unos sindicatos dedicados a defender los privilegios de quienes ya trabajan, y no de facilitar que quienes se encuentran en paro encuentren un empleo.

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