L D (Pedro de Tena) El primer objetivo de Diraya es integrar toda la información de cada usuario, con independencia del profesional o ámbito asistencial que la genere, en una Historia de Salud única, disponible donde y cuando sea precisa para su atención. La Junta ha empleado 60 millones de euros en desarrollar, implantar y mantener el programa informático y extenderlo por todo el sistema sanitario andaluz. Además, ha organizado más de 550 cursos de formación para que más de 9.000 profesionales aprendan a usarlo. Tres años después de inaugurado, no funciona y hay que sustituirlo. ¿Pagará alguien este desastre de gestión y despilfarro sin sentido?
Diraya, el programa ha sido siempre muy criticado por los médicos, que se quejaban de que retrasaba mucho su trabajo. El Sindicato Médico Andaluz (SMA) ha sostenido que el programa de historia de salud digital 'Diraya' se ha convertido para los médicos "en una verdadera pesadilla", ya que, según criticó, está generando "un sin fin de colas en los centros de salud", lo que a su vez "está motivando que la consulta médica diaria sea una odisea". Según sus denuncias, "si bien casi todo cambio tecnológico crea siempre dificultades al inicio de su funcionamiento, en este caso el SAS no ha sabido calcular los problemas que iba a originar debido a circunstancias técnicas y a la mala información y formación de los profesionales, lo que hace que aún se entienda menos lo que está ocurriendo".
De igual forma, sostuvo que el Diraya presenta una "lentitud angustiosa", indicó que, por ejemplo, "se tarda más tiempo en hacer una receta por ordenador que 5 ó 6 a mano", además de que "se bloquea continuamente y de que al pasar los datos de la historia antigua a una nueva del Diraya, sólo migran algunos datos y así sólo se recogen los últimos tratamientos". Todo ello, ha dicho el Sindicato Médico, ha originado "que se vuelva a tomar el bolígrafo y el papel, ya que usando el programa los retrasos en consulta, por los bloqueos continuos y demás circunstancias, han sido en muchos casos de horas". Por todo ello, el SMA pidió que "se paralice el proceso de implantación del Diraya en otros centros de salud, mientras que los problemas tanto técnicos, como de formación detectados no se hayan corregido para que los compañeros afectados puedan pasar sus consultas con normalidad".
Ahora la Junta de Andalucía ha decidido cambiarlo pero quiere presentarlo como un mero ajuste en su funcionamiento.. Su sustitución, en una primera etapa sólo en la atención primaria, figura entre las actuaciones importantes para el periodo 2009-2010, una vez que la tecnología en la que está desarrollado el Diraya ha quedado ya desfasada.
Según fuentes de la Consejería de Salud, se hace necesario adaptar el Diraya a los nuevos tiempos, con el objetivo de que pueda seguir dando servicio al Sistema Andaluz de Salud, desarrollando una herramienta más actualizada, más vinculada al principal vehículo actual de comunicación, Internet. La propia consejera, María Jesús Montero, dejó entrever este cambio, aunque tratando de que pareciera sólo un ajuste del programa y no un cambio radical, al afirmar ante el Parlamento que el Diraya está sometido actualmente a un plan de mejora con el que se pretende «actualizar todo el sistema de información a las últimas tecnologías en informática y telecomunicaciones» y, por tanto, «perfeccionar» la historia de salud digital.
El Diraya se puso en marcha hace tres años (dos antes se puso en marcha una primera versión, Diraya 3.2, para su desarrollo). En la actualidad llega al 90% de la población, aunque su cobertura territorial es inferior (80%) porque, por problemas técnicos, aún quedan pequeños municipios donde no ha podido implantarse. Ya funciona en unos 670 centros de salud y en todos los hospitales de la red pública de salud. Se sustenta en una infraestructura de 15.000 puestos de trabajo, 600 servidores y más de 2.500 líneas de comunicaciones WAN.