En España no hemos tenido ningún plan serio. La única decisión que se ha tomado ha sido la de acortar, pero no mucho, la agonía de Zapatero.

Si todo resulta como dicen las encuestas, tendremos en breve un Gobierno con mayoría absoluta, pese a que, por si acaso, el PP ha abonado gratis total las buenas relaciones con CiU.

Si es verdad que existe una derecha antidemocrática, también lo es que carece de fuerza, que no es violenta salvo grupos neonazis insignificantes, y que ni siquiera pretende lo que pretenden y hacen izquierdas y separatismos.

El trasfondo político mirando a 2012 es que la demonización del Tea Party ha sido una exitosa estrategia de la izquierda política para hacernos creer que el Tea Party y el GOP ganaron esta batalla, cuando tal no es el caso.

Nunca he sabido por qué se llamaron "comunidades autónomas", y no digamos "autonomías", cuando la entidad más autónoma es España.

Eso, que es tan claro en la economía familiar, algunos, embaucados por los análisis keynesianos, lo olvidan cuando se habla de la nación y, concretamente, del sector público.

Detenerlos, llevarlos ante la justicia y acabar con su impunidad es una labor limpia y rápida para las fuerzas de seguridad, que evitaría a tiempo el espectáculo grotesco de ver a mil personas rompiendo la normalidad del centro de Madrid.

Los directivos de Coop Norway han tomado una medida que tan sólo afecta a su negocio y no han exigido que se aprueben leyes para que otros actúen como ellos. Su decisión es totalmente legítima.

Es necesario reducir drásticamente el gasto público para ir devolviendo lo que hemos pedido prestado, y los bancos centrales deben dejar de inyectar dinero llenando sus balances de bonos basura.