La alianza contra natura del nacionalismo con la izquierda ha sido, sin duda, una de las causas del auge de los nacionalismos, como hábilmente intuyó Pujol.
Pretende consolidarse como alternativa sensata; pero por desgracia está empezando a adoptar los peores vicios de los partidos a los que pretende sustituir
Presentar la desigualdad económica como si fuera un mal absoluto que el poder debe corregir (subiendo los impuestos, claro) es algo que no tiene justificación.