
Cobre Las Cruces, una explotación minera a cielo abierto en la provincia de Sevilla, acaba de recibir el último de los grandes permisos pendientes, el de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, para acometer su transformación en una mina subterránea que explotará, además de cobre, zinc, plomo y plata.
El proyecto, único en el mundo, según explicaron fuentes de la empresa a LD, estaba pendiente del último de los permisos "troncales": la notificación positiva supone que se complete "la fase principal de los permisos administrativos clave", que arrancó en 2018. La empresa había recibido ya las autorizaciones que eran competencia de la Junta de Andalucía.
La futura mina permitirá la extracción bajo tierra de un mineral polimetálico que será tratado y refinado en ese mismo enclave para convertirlo en metal puro de cobre, zinc, plomo y plata. Lo hará mediante una "tecnología única en el sector minero" que permitirá el aprovechamiento del yacimiento que se encuentra debajo del enclave actual y que en el futuro, según la mina, propiedad de la canadiense First Quantum Minerals, podría ser utilizada para procesar mineral de otras explotaciones andaluzas o europeas reduciendo, defienden, la dependencia exterior en materiales críticos y en su tratamiento.
En cuanto al calendario, está previsto que la actual planta de cobre finalice su producción a partir de julio, "cuando se terminen de procesar todas las reservas de mineral disponibles". Entre este año y 2024, se emprenderán tareas como la construcción de una nueva planta de aguas para "reforzar la capacidad de tratamiento y depuración" y "se avanzará en los proyectos de autoabastecimiento energético mediante renovables y otros suministros". Después comenzará la fase de construcción de la refinería y la excavación de la mina, "con una duración estimada de dos y cuatro años, respectivamente".
Desde la compañía defienden la importancia de este proyecto por su carácter "innovador", porque cumple, aseguran, "los más altos estándares en ámbito minero y ambiental" y porque contribuye al objetivo de "romper la dependencia de Europa de materias primas externas para avanzar en el desafío común de la transición energética y digital", en alusión a que los cuatro metales tienen aplicaciones tecnológicas.
Los 17 minerales críticos de Andalucía
Con la vista puesta en ese mismo objetivo, el impulso de la minería de materiales críticos, la Junta de Andalucía presentó hace unos días en colaboración con el Instituto Geológico y Minero de España un mapa de los minerales críticos en territorio andaluz, el primero en nuestro país. "Nos encontramos ante una oportunidad única para que la minería andaluza desarrolle todo su potencial y se sitúe a la vanguardia de la agenda climática de la Unión Europea, erigiéndose como motor de riqueza y empleo", señaló en el acto de presentación el consejero de Política Industrial y Energía, Jorge Paradela.
Andalucía representa el 40 por ciento del valor de la producción minera nacional, un porcentaje que asciende al 90% en el caso de la minería metálica. El Ejecutivo andaluz se ha propuesto incrementar al menos un 20% la producción actual de la minería metálica, "a través de una política propia de impulso y apoyo al sector".
Según el mapa elaborado por los expertos del IGME, hay 17 minerales considerados materias primas críticas explotados o con posibilidades de explotación en Andalucía: antimonio, bario, berilio, bismuto, boratos, cobalto, estroncio, flúor, fosfatos, grafito, litio, platinoides, silicio, tierras raras, titanio, vanadio y wolframio.
El mapa y la información asociada al mismo estará a disposición, según la Junta de Andalucía, de las compañías de exploración e investigación.

