Santa Cruz de Tenerife ha encadenado dos años consecutivos de aumento de delitos contra la integridad de los agentes de policía, así lo advierte una nota de prensa la Confederación Española de Policía (CEP). Con estos hechos se rompe la racha de descensos que mantenía a la provincia al margen de la tendencia nacional al alza.
Durante el 2022 se registraron 234 agresiones a policías nacionales y guardias civiles, lo que supone un 0,42% más que durante 2022. Este ligero incremento se suma al 10,95% alcanzado en 2021, cuando este tipo de infracciones penales, una vez superada la pandemia, dejó muy por debajo los 210 delitos de 2020, detalla el sindicato en una nota.
El pasado año se alcanzó la cifra más alta a nivel nacional en dieciséis años. En Santa Cruz de Tenerife, fue en el año 2010 cuando se contabilizaron 321 agresiones hacia los agentes de cuerpos de seguridad del Estado, un 27,1% más que la cifra actual.
El aumento de este tipo de delitos supone una tendencia preocupante que denuncian desde hace tiempo desde la CEP. La confederación concreta que siete de cada diez víctimas son agentes de la Policía Nacional, siendo el cuerpo de seguridad más afectado por las agresiones en acto de servicio.
Más medios de seguridad
Para hacer frente a esta situación, la CEP propone el reforzamiento de normas como el Código Penal o la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana; la unificación de criterios acusatorios en toda España por parte de la Fiscalía General del Estado; la compra y distribución masiva de pistolas eléctricas y otros medios de protección e intervención; la puesta en marcha de un programa formativo integral en técnicas de autoprotección y defensa policial y la contratación de seguros adicionales que cubren las fianzas que se exigen a los policías como consecuencia de sus intervenciones.
El sindicato mantiene de manera permanente la campaña 'Tiene Delito' que denuncia el "peligroso y preocupante" incremento de agresiones a los policías, algo que achaca a la "pérdida del principio de autoridad y el escaso reproche penal que tiene pegar a un agente".