
Como ya sucediera en el año 2020, la avalancha de inmigrantes que día tras día sigue llegando a Canarias está teniendo serias consecuencias a todos los niveles. Sin embargo, en esta ocasión, el colapso es mucho más preocupante si cabe, debido a la alerta antiterrorista desatada en todos los países occidentales a cuenta de la amenaza de Hamás.
En España, el Ministerio del Interior no ha llegado a decretar el nivel 5, que supondría sacar a la calle a las Fuerzas Armadas, pero sí ha optado por reforzar el nivel 4. Precisamente por eso, fiscales y policías muestran su preocupación ante el "gran problema de seguridad" que puede plantear el altísimo número de ilegales que, semana tras semana, entran en nuestro país a través del archipiélago.
Este lunes, la Fiscal Superior de Canarias ya alertó de que la falta de medios impedía a las autoridades perseguir a los patrones de las embarcaciones, así como cotejar la documentación de aquellos que viajan en ellas. Esto último dificulta en primer lugar su deportación, pero, tal y como advierten los principales sindicatos policiales, en el contexto actual, el riesgo va más allá.
"Es tal el volumen de llegadas que no se puede hacer una investigación y, como no podemos hacer una investigación, no sabemos si se nos puede colar algún terrorista", denuncia Marcos Santiago, secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Canarias. "Lamentablemente, todo eso ahora mismo está en segundo plano", corrobora José Luis Gallardo, portavoz de la Confederación Española de Policía (CEP) en Tenerife, al tiempo que, desde JUPOL, Ibón Domínguez advierte de que "no hay forma humana de saber quiénes son esas personas que entran, de dónde vienen o cuáles son sus antecedentes".
Policías completamente desbordados
La situación es especialmente delicada en las islas más afectadas por la llegada de inmigrantes. Particularmente, El Hierro que, con poco más de 10.000 habitantes, ya ha recibido más de 7.000 ilegales en lo que va de año. "Allí hay siete policías nacionales: cuatro para labores de extranjería y tres para labores de Policía Científica, es decir, para reseñarlos, cogerles huellas y darles un NIE -explica Domínguez-. Con siete policías para atender esta avalancha, no hay tiempo para investigar nada".
Desde el SUP apelan a lo sucedido este sábado, tras la llegada del cayuco más numeroso desde 1994, para poner un ejemplo muy gráfico: "Llegaron 320 personas y tienen 72 horas para identificarlos, hacerles la documentación, si han pedido asilo, si no han pedido asilo... Haciendo todo este trámite administrativo, es imposible que la Policía pueda realizar cualquier tipo de investigación -denuncia Santiago-. Lo único que se está haciendo es puro trámite administrativo y judicial: se llega, se les identifica, se les da el papelito y se les deriva a oenegés, porque ahora mismo tenemos todos los centros de atención temporal de extranjeros llenos".
El colapso es tal que los principales sindicatos policiales denuncian que sus compañeros no dan abasto. "Están desbordados -resume el portavoz de la CEP-. Están haciendo jornadas maratonianas de 14 o 15 horas, trabajando 14 días seguidos… Y eso redunda en un mayor riesgo laboral, en términos de salud pero también de ineficacia en el servicio, porque lógicamente no es lo mismo cuando llevas trabajando 15 horas que cuando llevas 7".
Exponemos la sobrecarga de los compañeros por arribada masiva de inmigrantes en cayuco🚓📰👮🏻 pic.twitter.com/4UkdFBajvs
— CEP Tenerife (@CEPCanarias) October 21, 2023
La principal preocupación de los agentes
Y si esto ya es preocupante en circunstancias normales, más aún en plena alerta antiterrorista. "No queremos vincular la inmigración irregular a la delincuencia o al terrorismo, pero es evidente que nos preocupa", reconoce Ibón Domínguez desde JUPOL que, en todo caso, insta también a no perder de vista lo que está sucediendo en otros lugares de España, donde también está habiendo un repunte en la llegada de sin papeles.
"Están llegando pateras a Alicante, Almería o Granada, que vienen sobre todo de Argelia y no sabemos absolutamente nada de quién viene en ellas, porque en muchas ocasiones lo que se descubre directamente es la patera ya abandonada en la playa -advierte Domínguez-. Y Argelia es un país con el que hay que tener mucho cuidado, porque en las últimas semanas se están viendo manifestaciones llamando poco más que a una guerra santa tras los atentados de Hamás".
Camino de un nuevo récord histórico
A la espera de que el 1 de noviembre el Ministerio del Interior haga público un nuevo balance, las cifras de la primera quincena de octubre ya dibujaban un panorama cuanto menos inquietante. Solo en las dos primeras semanas del mes, un total de 8.561 inmigrantes habrían llegado a las islas, lo que supone todo un récord desde la crisis de los cayucos, cuando la ruta canaria marcó su máximo histórico.
En total, desde el 1 de enero hasta el 15 de octubre, las islas habrían recibido 23.537 ilegales, una cifra que aun dista de los 31.678 que llegaron aquel año 2006, pero que ya supera la registrada durante la crisis migratoria del 2020. En todo caso, los expertos tampoco descartan que de aquí a final de año se puedan batir todas las marcas registradas, ya que en los últimos días la llegada de pateras se ha acelerado considerablemente.
Sin ir más lejos, este fin de semana, Canarias ha recibido a más de 1.600 inmigrantes. En total, 12 embarcaciones, que han sido asistidas en aguas próximas a Tenerife, Gran Canaria y El Hierro. Precisamente a esta última isla, como decíamos, habría llegado el cayuco más numeroso desde 1994: una patera con 320 personas a bordo.



