El Gobierno de Canarias ha activado una prealerta por la aparición de pélets en la playa de Bajamar, en el municipio de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife), cuyo origen probablemente sea diferente al vertido que ha llenado las playas de Galicia y de otras comunidades de la cornisa Cantábrica de miles de estas pequeñas partículas de plástico.
En concreto, se ha activado el Plan Territorial de Emergencia de Protección Civil de Canarias (Plateca) en situación de prealerta para toda la comunidad autónoma y ha avisado a los ayuntamientos y todas las instituciones para llevar a cabo acciones de coordinación y seguimiento en caso de localizar más vertidos. Esta situación se da después de que los socorristas de la citada playa tinerfeña avisaran este miércoles del hallazgo.
Como explica en el propio documento que recoge la decisión del Gobierno canario, la Dirección General de Emergencias de la comunidad autónoma activa la prealerta "para garantizar la coordinación entre administraciones y organismos, poner a disposición los recursos necesarios que garanticen el correcto seguimiento de esta situación y para analizar la muestra recogida con el fin de determinar su origen".
El viceconsejero de Política Territorial, Aguas y Emergencias del Gobierno canario, Marcos Lorenzo, ha reconocido la "alarma social" que puede generar el hallazgo de pélets en las costas canarias pero ha insistido en que "nada tiene que ver" con el vertido de Galicia y que se han activado los protocolos para esclarecer la "incertidumbre" que se pudiera ocasionar.
Del mismo modo, ha afirmado que "aunque no es bueno" que los pélets estén en las costas de las islas, ya que suponen un grave problema medioambiental, estos no tienen "impacto directo" en la salud de los ciudadanos.
Sobre la procedencia de los pélets de Bajamar, Javier Hernández, catedrático de Química Analítica de la Universidad de La Laguna, ha señalado que "es físicamente imposible" que los residuos encontrados procedan del vertido del barco ‘Toconao’ por más que coincidan en color y composición ya que, a parte de estar "muchísimo más degradados" –lo que da a entender que no son pélets que hayan sido liberados al océano recientemente–, Galicia está a unos 1.600 kilómetros de Tenerife, e incluso si los pélets viajaran en línea recta, con las corrientes marinas tardarían meses en llegar hasta las costas canarias.
Por ahora el vertido se limita de forma "puntual" a la costa de Bajamar, ha aclarado la consejera de Medio Natural del Cabildo de Tenerife, Blanca Pérez. Si bien reconoce que la cantidad de pélets es "anormal" y van a hacer un seguimiento, especialmente por si estos llegan a la playa de Almáciga, en la costa de Anaga, destino habitual de microplásticos, que "por ahora está como siempre", ha agregado.
Alicia Herrera, investigadora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y experta en contaminación por microplásticos, lamenta que los vertidos de pélets "son habituales, por desgracia", en las costas canarias. "Nos llegan de forma continua, a veces en cantidades enormes, pero no es noticia".
Estas bolas plásticas, de aproximadamente cinco milímetros de diámetro, "son un problema medioambiental grave", pues pueden permanecer en el ambiente entre 50-70 años y suponen una amenaza para los organismos marinos, bien por el daño físico que puede provocar su ingestión o por los contaminantes químicos asociados. Según los estudios realizados por el Grupo de Ecofisiología de Organismos Marinos de la ULPGC, se han identificado más de 80 tipos de contaminantes asociados, entre ellos pesticidas, retardantes de llama y filtros ultravioleta.