La escritora Carmen Martín Gaite volvió este viernes a su Salamanca natal con un legado personal y literario que queda ahora a disposición del público en una exposición permanente en el Centro Internacional del Español (CIE). El acto, celebrado en la antigua sede del Banco de España en Salamanca, contó con la presencia del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
En su intervención, el jefe del Ejecutivo autonómico ensalzó la figura de la escritora salmantina por ser, a su juicio, una magnífica embajadora internacional del español y, también, por constituir un valor esencial en la vida cultural de la Comunidad. "Hoy es un día importante para la cultura, las letras y la promoción del español. El legado de Carmen Martin Gaite está donde tiene que estar, en su casa".
Los fondos, con 95 libros, 1.400 manuscritos y 4.700 fotografías, entre otros documentos, fueron adquiridos hace 18 años por la Junta de Castilla y León y, ahora, gracias a un acuerdo entre la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento y la Universidad de Salamanca, permanecerán en el CIE para los próximos 20 años.
Los objetivos son, por un lado, que estas obras permanezcan en un espacio expositivo para que el público conozca la vida y obra de Martín Gaite, así como todo el contexto cultural y literario de la España de mediados del siglo XX. Por otro, proporcionar las condiciones óptimas para preservar su rico legado y hacerlo accesible a su estudio. Además, Fernández Mañueco señaló que esta actuación favorece la promoción y difusión del español, para lo que el Centro Internacional del Español está llamado a desempeñar una función clave.
Martín Gaite
Carmen Martín Gaite es una de las figuras más relevantes de la vida intelectual española de la segunda mitad del siglo XX. Abanderada del realismo crítico, su obra es seguida y estudiada desde una decena de países.
Enamorada de la historia y la literatura, su inagotable inquietud intelectual se tradujo en una obra amplia y polifacética. Fue la primera mujer que consiguió en España el Premio Nacional de Literatura, a los que se añadieron otros como el Príncipe de Asturias, el Premio Castilla y León de las Letras o el Nadal.