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Carlos Pérez Gimeno

La cuesta de los Thyssen

Borja se ha quejado de la educación que recibió de pequeño, totalmente aislado de todo el mundo y solo rodeado de gente mayor y de niñeras, lo mismo que les está sucediendo a sus hermanas.

El tiempo va pasando y Carmen Cervera y su hijo Borja cada vez están más distanciados. Los dos han coincidido en Ibiza pero no se han visto.

Por un parte Borja y su mujer Blanca Cuesta, aparte de estar pasando unos días de vacaciones, también estaban organizando el cumpleaños de su hijo Eric, que cumplía un año. A día de hoy, su abuela paterna no lo conoce, motivo por el cual a la baronesa esta situación se le tiene que hacer cada vez más cuesta arriba. Cada día está más sola.

El cumpleaños de su nieto se celebró finalmente en una finca en Ibiza, cerrada a cal y canto, ya que había exclusiva de por medio, y ese dinero siempre viene bien para costearse las vacaciones.

Por parte de Borja estuvo su padre biológico y abuelo del niño, Manolo Segura, con el que mantiene una buena relación, y al menos disfruta de la infancia de sus nietos.

No es el caso de Carmen. Entre ella y su hijo lo único que existe es un distanciamiento cada vez más grande, y lo único que hacen es lanzarse puyas a través de las declaraciones que hacen uno del otro.

Hace unos días la baronesa, en una entrevista concedida a la revista Lecturas, comentaba que su hijo Borja se estaba perdiendo la infancia de sus hermanas. Esto viene como respuesta a lo que su hijo ha dicho en innumerables ocasiones: "Mi madre se está perdiendo los primeros años de sus nietos, al segundo, Eric, que acaba de cumplir un año, ni siquiera lo conoce".

Borja se ha quejado de la educación que recibió de pequeño, totalmente aislado de todo el mundo y solo rodeado de gente mayor y de niñeras, lo mismo que les está sucediendo a sus hermanas, que ni siquiera van al colegio porque los profesores van a su casa a darles clase, lo mismo que le hicieron a él.

Ellos no quieren eso para sus hijos, les gusta que se relacionen con niños, se los llevan a todas partes, y así socializan con todo el mundo.

Parece ser que entre sus planes más inmediatos está que Borja comience el próximo septiembre a trabajar en temas relacionados con el mundo del arte, una idea que tenía desde hace tiempo y que al final va a poder hacer realidad.

Y mientras, la guerra continúa y cada uno va por su lado. Ellos sabrán lo que hacen. Y yo me pregunto: ¿No recapacitará un día la baronesa y disfrutará de la felicidad de su hijo, que estaría encantado de compartirla con ella?

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