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Carlos Pérez Gimeno

Raphael vuelve a arrasar en Madrid

El recital duró dos horas y media y, desde el primer momento, el público que llenaba el recinto estuvo volcado con el artista.

El recital duró dos horas y media y, desde el primer momento, el público que llenaba el recinto  estuvo volcado con el artista.

Alrededor de 7.000 personas acudieron a ver de nuevo a Raphael en el concierto ofrecido el pasado sábado en Madrid. En ésta ocasión el lugar elegido fue el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, que estaba totalmente lleno. 

El cantante hizo su aparición en el escenario a la hora prevista, justo a las 22:00 horas, tras los acordes de su primer tema, Mi gran noche. Como siempre vestido de negro, traje, camisa y corbata del mismo color, combinada con blanco.

El recital duró dos horas y media y, desde el primer momento, el público que llenaba el recinto estuvo volcado con el artista, que hizo como es costumbre un repaso de sus éxitos como Digan lo que digan, Yo sigo siendo aquél y tantos otros.

Llama la atención la cantidad de gente joven que arrastra, que no para de corear sus canciones mas antiguas de los años 60 como el twist Todas las chicas me gustan.

Más tarde llegó el turno de interpretar temas de su último trabajo discográfico, El Reencuentro, que ha servido para volver a unir a Raphael con el gran compositor y de nuevo amigo, Manuel Alejandro, que está siendo todo un éxito.

Después de más de dos horas de no descansar ni un segundo, llegó el turno de los villancicos, y una vez terminado el tradicional Feliz Navidad, se arrancó con El Tamborilero, que lo cantó a capella. En ese momento, todo el publico se levantó de su asiento y la ovación fue totalmente espectacular. Durante todo el tiempo que duró el concierto, a Raphael se le vio que estaba muy a gusto con ese publico tan entregado. Paco León, Carmen Lomana, que no paró de cantar sus canciones, Pedro Piqueras, fueron algunos de los primeros en entrar a saludar a la estrella. Tampoco faltaron Lola Herrera o Fernando Tejero, y sus incondicionales Carmen Jara y su hermana Soledad, viuda del que fuera tantos años su representante y amigo Paco Gordillo. También estuvo presente el doctor Enrique Moreno, que llegó acompañado de su joven esposa. Él fue quien le transplantó el hígado en el año 2003, y de esa manera consiguió salvarle la vida.

Como siempre toda su familia acudió a ver al artista, hasta su consuegra, Ana Rodríguez, la que fuera esposa de José Bono, asistió con su nuevo amor el empresario mejicano Ernesto Manrique. Según su hija Amelia, que está casada con Manuel Martos, a pesar del divorcio de sus padres, la Nochebuena la celebrarán toda la familia junta. "Mis padres se llevan muy bien", comentó. Nada como conseguir un divorcio civilizado, no como otros.

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