El futbolista de la selección española y del Barcelona Carles Puyol y su pareja, Vanesa Lorenzo, se convirtieron en padres de una niña el pasado fin de semana. El sábado, el defensa del Barcelona anunciaba la buena nueva en Twitter y publicaba el nombre de su primogénita: Manuela Puyol Lorenzo.
En ese momento empezaron a llegar las felicitaciones de sus compañeros y de sus seguidores, pero también comenzaron las críticas de separatistas catalanes por el nombre elegido por la pareja.
En este sentido, en las redes sociales, los separatistas critican que Puyol y Vanesa Lorenzo hayan apostado por un nombre español y "no catalán" para su hija.
Algunos comentarios critican duramente al jugador: "No puedo olvidar tu imagen besando la bandera de capitán del Barça ante el Bernabéu después de marcar y ahora llamas Manuela a tu hija". Y otros como: "¿Te has vuelto loco? Se merecía Montserrat o Merced. Después de leer los comentarios veo que la mayoría piensa igual", a lo que otro respondía: "Totalmente de acuerdo".
En estas páginas se llega a llamar al futbolista "botifler", un término despectivo utilizado para designar a aquellos que no están de acuerdo con el proyecto separatista catalán.
Hay otros comentarios que también se dedican a "culpar a la madre" de la pequeña: "Imagino que lo ha elegido la madre" o "eso son cosas de Vanesa", dice otro.
A pesar de todas estas críticas de los separatistas, la realidad refleja que los jugadores del Barça no son muy dados a poner nombres catalanes a sus hijos. Sólo hay que recordar que otra de las figuras del Barcelona, Piqué, llamó a su hijo Milan. Su portero, Víctor Valdés, tiene tres hijos llamados Dylan, Kai y Vera, y Cesc Fábregas ha llamado a su hija Lia.