Ya desde su abdicación, el pasado verano, el rey Juan Carlos manifestó su interés en poseer un despacho personal fuera de Zarzuela en el que poder desempeñar su propia agenda de trabajo. La Casa del Rey lo consideró adecuado y comenzó a trabajar en ello.
Tal y como informa LOC, el lugar elegido fue una serie de habitaciones históricas del Palacio Real de Madrid, y que están formadas por un despacho, un antedespacho, una sala de espera y un vestíbulo. Ya en diciembre los trabajos de acondicionamiento de las salas, decoradas originalmente por el infante Sebastián Gabriel, estuvieron acabadas.
A partir de este mes de enero el Rey emérito ha empezado a usarlo con asiduidad.
Según fuente de Patrimonio a LOC, no fue necesaria la realización de obra alguna a cargo de presupuestos de dicha entidad, sino que todos se realizaron con recursos propios. Lo que sí se hizo fue repasar la fontanería y el cuarto de baño, así como una labor de limpieza. También se cambió la iluminación mediante bombillas LED, como se ha hecho en el resto del Palacio Real, y se adaptó el cableado wi-fi preexistente para que el Rey emérito dispusiera de internet en esas salas.
Sin embargo, el grueso del gasto ha venido por la restauración de la decoración del despacho y las demás salas, valorada en 21.760,94 euros. Tal y como explica Patrimonio a LOC, se ha respetado la decoración histórica y sólo se ha "intervenido en la restauración y limpieza de las paredes enteladas y de las tapicerías de sillerías, al igual que se hace periódicamente en el resto del Palacio Real", pero se insiste en que no ha sido mediante medios propios.