El candidato a ocupar la alcaldía de Madrid por el Partido Socialista, Antonio Carmona, ha sido el último invitado en acudir a los almuerzos que organizamos los miembros de la peña periodística El Cuarto Poder en el madrileño restaurante Casa Lucio.
El mismo Carmona comentó que mantiene una relación con una periodista, pero se negó a revelar su nombre, sobre todo porque ella no quiere, así lo confesó. "Viaja mucho a países del Tercer Mundo como Nigeria o Haití, para atender a niños moribundos. Es un trabajo muy duro. Nos vemos poco por ese motivo, pero nos va muy bien".
El aspirante al ayuntamiento madrileño, al ser preguntado por su vida personal, comentó que está divorciado, es padre de tres hijas, y reconoció la enorme suerte que tiene de llevarse muy bien con su exmujer. "Le debo mucho y nuestra relación es inmejorable, lo que ocurrió es que nos desenamoramos después de diez años de matrimonio, pero nos llevamos muy bien. Sin ella no hubiera podido hacer carrera política, ella es quien se ocupa de las niñas y si no fuera así, hubiera sido imposible aceptar este reto. Me envía mensajes todos los días", comentó.
Carmona tiene muy claro que su objetivo es alcanzar el ayuntamiento, y no se plantea el pactar, ni con Ciudadanos ni con Podemos, en el caso de conseguir ganar. Comentó que desconocía el proyecto de ambos partidos.
Admitió llevarse bien con Esperanza Aguirre, a la que calificó de "pilla", y de Ana Botella, de quien comentó que no ha ejercido de alcaldesa. "Tan solo ha sido un paréntesis en la historia de Madrid, creo que no ha entendido a esta ciudad, ni la entenderá".
En el transcurso del almuerzo, reconoció que la televisión le ha servido para darse a conocer, y quiso aclarar que nunca ha cobrado por acudir a las tertulias. "Ese dinero siempre ha estado destinado a diferentes ONG's y al Padre Ángel", por el que siente un especial aprecio.
A Antonio Carmona le gusta el fútbol, y confesó ser socio del Atlético de Madrid. "Soy católico, pero no practicante", dijo. Su objetivo en el caso de ser alcalde, convertir Madrid en la primera ciudad europea de la cultura.
